Jony Pérez tiene al alcance de su bota el sueño de cualquier alumno. Poder zurrar a su profesor si le hace la puñeta en clase y que no haya consecuencias. Y eso es porque el futbolista del Mosconia se cambia todas las tardes en el mismo vestuario que Luis Miguel Leite, conocido futbolísticamente como Mimi, que aparte de ser su camarada en el césped es su profesor en Oviedo. "Como algún día se pase, ya le tengo advertido. Le saco al otro lado de la valla", cuenta de cachondeo el mentor.
A sus 35 años, Mimi fichó este verano por el equipo moscón. Allí conoció a Jony, de 25, que lleva toda la vida en Grado. La cosa se enrevesó en septiembre, cuando se enteraron de que uno iba a ser el profesor y otro el alumno. Mimi instruye a Jony en el ciclo de Instalaciones Eléctricas y Automáticas, en el Masaveu de Oviedo. La coincidencia suscita bromas. "Hay mucha comedia", reconocen los dos futbolistas.
Jony tuvo hace dos días examen de Domótica. La asignatura trata sobre cómo automatizar las tareas de la casa. Sacó un 5,25. "Aprobé algo raspado, pero aprobé", cuenta aliviado. La nota, claro, se la puso Mimi. "En clase me dicen que lo tengo hecho, que seguro que me pasa las preguntas", explica divertido. Pero ni por asomo. Mimi no da ni una pista.
"Para mí es una ventaja que sea compañero de equipo. Como profesor, lo que uno quiere es conocer a la clase. Cada uno se comporta de una manera y tener más trato con él facilita las cosas", explica Mimi. A sus 35 años, Mimi trabaja de lo que le gusta. Cursó Ingeniería Técnica Industrial en Gijón. Trabajó en una empresa privada. Pero un buen día decidió hacer el máster de profesorado. Y ahí está, en el Masaveu hasta noviembre. Los chistes son habituales. No hace mucho, Jony envió una foto de WhatsApp en el grupo de jugadores del equipo. En la imagen se veían los apuntes de la asignatura de Mimi. "Aquí está el profe molestándome", bromea.
