Javi Rodríguez, entrenador del Liberbank Oviedo, estaba ayer muy enfadado. El gallego siempre zanja la cuestión arbitral en la cancha y después nunca juzga su labor. Ayer le costó especialmente en la rueda de prensa. "No voy a opinar de los árbitros, ya me he manifestado y me han echado la primera técnica por pedir zona, la segunda también por pedir zona; si juegas una defensa de cambios contra un jugador como Larsen, o como Felipe, que juegan mucho tiempo en la zona y no te pitan ninguna zona en todo el partido... Eso es lo máximo táctico que puedo hablar, a partir de ahí que cada uno opine, que la gente es libre para opinar, yo estoy aquí para trabajar, solo puedo hacer balance de lo que puedo controlar, de lo que se me escapa de las manos no debo opinar. Yo le he dicho lo que pensaba y me han echado porque me tenían que echar", dijo el gallego.

Y es que para el entrenador del Liberbank Oviedo ayer sí era posible a pesar de las bajas: "Sí se puede afrontar un partido así sin los dos pívots, siempre que el partido vaya por los cauces normales; en los primeros quince minutos hemos dominado, cuando hemos podido, cuando no, han dominado ellos, y que cada uno interprete lo que quiera".

Lo que también quiso hacer el entrenador del Liberbank Oviedo es elogiar a sus jugadores por el esfuerzo y el trabajo que hicieron ayer en Pumarín: "Voy a hablar de los míos, con los que estoy encantado, orgulloso de ellos, han hecho un partido soberbio, han peleado, se han dejado el alma, han luchado, no se han rendido, han trabajado como nunca, chapó; solo puedo darles la enhorabuena, felicitarles y que sepan que esta es la identidad que yo buscaba. Ganaremos o perderemos, pero la gente viene a Pumarín a vernos luchar. Todo el mundo está orgulloso hoy (por ayer) de este equipo, aún habiendo perdido", añadía.

También tuvo palabras de elogio y de cariño para el que fuera su jefe, Carles Marco, ahora en las filas del Palencia: "Quiero darle la enhorabuena a Palencia y desearle toda la suerte del mundo a Carles Marco, que es un gran tipo, un gran entrenador y un buen amigo", señaló el técnico gallego.