Alejandro Polo tiene 38 años y la mayor parte de ellos ha tenido una espada cerca. Y eso ha sido posible porque en Oviedo, su ciudad, ha existido una Sala de Armas que le ha permitido hacer realidad el sueño de un niño, el de empuñar una espada y retar a un rival. A día de hoy, Polo es el presidente de esa Sala de Armas que tiene el gran mérito de cumplir 25 años haciendo realidad los sueños de otros niños, y mayores, que han querido ponerse a prueba en este noble arte. Para celebrarlo, el club organiza un torneo internacional el próximo sábado en el que habrá más de cien tiradores y que tendrá lugar en el polideportivo Jorge Egocheaga.

Polo, en la presentación del torneo que tuvo lugar ayer en Oviedo, quiso agradecer a todos los que han pasado por el club durante este tiempo su "perseverancia". "La calidad humana de las cerca de 200 personas que han pasado por la Sala de Armas en estos 25 años ha hecho posible que estemos aquí ahora", añadía. El presidente del club explicaba que ahora son 50 las personas que lo integran, que entre ellas han conseguido sumar a muchos jóvenes y que aspiran a crecer "poco a poco" para, como dijo la presidenta de la Federación Asturiana de Esgrima, Eliana Campos, sacar a ese "pequeño niño interior que quiere ser un espadachín".