Los problemas siguen asediando al Liberbank Oviedo, que en los próximos partidos tendrá la misión de abandonar los puestos de descenso a Plata sin el concurso de uno de sus referentes, el pívot Oliver Arteaga. El veterano jugador canario, que acabó en malas condiciones el encuentro del pasado sábado contra el Valladolid, sufre una rotura de fibras y estará de baja un periodo indeterminado, pero que en cualquier caso no será inferior a dos o tres semanas. La situación del juego interior ovetense es precaria porque el otro cinco del equipo, Devin Wright, ya no jugó la última jornada y su concurso mañana en Cáceres es dudoso.

Con estos condicionantes prepara la plantilla los próximos compromisos, con un calendario apretado: mañana en Cáceres, el martes 3 de diciembre en Lleida (para celebrar el partido aplazado en su día por la huelga general convocada en Cataluña a raíz de la sentencia del "procés") y el sábado 7 frente al Granada en Pumarín.

Como contrapunto al delicado estado del juego interior, el equipo entrenado por Javi Rodríguez estrenará mañana su remodelado juego exterior, con la llegada del base Jorge Sanz y el retorno del escolta Davis Geks a cambio de las salidas de Tre´Coggins, Guim Expósito y Gunnar Olafsson. Unos cambios diseñados, dentro del escaso margen de maniobra económico de la entidad, para paliar el mal inicio de campaña del equipo, con dos victorias y siete derrotas en sus primeros nueve partidos.