Como era de esperar, la afición del Atlético decidió, por unanimidad, recibir a Griezmann de la manera más hostil posible. Un grupo de aficionados tiró basura y varias ratas de peluche sobre la placa que recuerda las cinco temporadas como rojiblanco del delantero.

Media hora antes del pitido inicial saltó al césped y fue entonces cuando se desataron los peores impulsos de la grada, la que ocupa el Frente Atlético. "Griezmann, muérete; Griezmann, muérete", salió desde una zona donde se desplegó una pancarta con el lema "Querías tener un nombre y se te olvidó ser hombre".