La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pozo quiere su promoción

"Vamos a luchar por ello", dice el medio del Tuilla, equipo al que llegó por primera vez junto a Pulgar, "una muy buena persona"

Pozo, en primer término, en el partido ante el Mosconia. J. R. SILVEIRA

Se puede ganar o se puede perder, pero después de un partido del Tuilla siempre hay un pincheo que comparten jugadores, directivos y aficionados del equipo arlequinado. El Tuilla es un club muy especial que después de su victoria (1-0) del domingo ante el Mosconia alcanza al primer clasificado, el Lealtad, con el que está empatado a 33 puntos. "Lo del Tuilla es algo atípico, es un pueblo con pocos habitantes, pero la gente va al fútbol y anima como pasa en pocos campos de Tercera. Luego está el tema de cómo nos trata la directiva, que es algo increíble, todos los domingos después del partido hay pincheo, juguemos mejor o peor nunca hay una mala cara y nunca se retrasan en los pagos. Es como una familia", explica Álvaro Pozo, autor del gol que les dio la última victoria.

El mediapunta de Riosa, de 28 años, llegó al Tuilla por primera vez de la mano de Adolfo Pulgar, una de las personas que más le ha influido dentro del fútbol. El entrenador fallecido el pasado 22 de agosto le cogió cuando era un guaje recién salido de la cantera del Juventud Estadio y daba sus primeros pasos en un Universidad que por entonces tenía hasta equipo filial. Tanto cariño se cogieron el uno al otro que, cuando el entrenador de Olloniego se fue al Tuilla, se llevó a su mediapunta de cabecera con él y cuando fichó por el Marino allá que se fue también Pozo. "Era una muy, muy buena persona, alguien muy peculiar al que cogí mucho cariño. Me enseñó lo que era el fútbol de verdad, conceptos que no conocía, pero no era solo lo que te contaba, era cómo te lo contaba", dice sobre Pulgar.

Alguien que está muy ligado también a una época, la que pasaron juntos en sus cuatro años en el Universidad, en los que ganó un campeonato de España Universitario y en los que se quedó a un gol de ascender a Segunda B: "Seguramente hasta que me retire será el club que más recuerde. Era un equipo en el que estábamos todo el día juntos, éramos compañeros en la Universidad y fuera de ella".

Álvaro Pozo busca esta temporada quitarse una espina que le ha quedado en los últimos años, la de no jugar la promoción de ascenso. "En mi primer año en el Tuilla no la jugamos, me fui al Marino, que también se quedó sin jugarla y el Tuilla ese año sí que la jugó; ahora llevo tres años y sigo sin jugarla", explica Pozo, que asegura que estarán en el grupo de aspirantes pero que advierte de que no será fácil: "Vamos a estar entre los seis o siete equipos que van a luchar por estar entre los cuatro primeros. Para mí Lealtad y Caudal van a estar seguro y después pelearemos con Covadonga, Llanera y el Llanes, que está un poco más atrás, pero que se acabará enganchando".

Compartir el artículo

stats