Lucía Martiño (Gijón, 1994) acaba de ganar la segunda edición de la Liga Iberdrola de surf, lo que pone el broche a una temporada en la que la gijonesa ha brillado en las competiciones nacionales, pero no está satisfecha de su rendimiento en el circuito mundial, que es su principal reto para el 2020.
- ¿Qué supone para usted ganar la Liga Iberdrola?
-Terminar así el año es increíble. Esta Liga es muy importante ya que competimos las mejores surfistas nacionales. El principio de año no me fue muy bien, hice dos campeonatos flojos y tuvieron que ser mis amigos y la familia los que me empujaran a hacer los siguientes,
- ¿Y qué ocurrió?
-Los gané, incluido el de Gijón. Con esas dos victorias me puse primera en la clasificación, pero arrastraba dos resultados bastante malos así que tenía que ir a la última prueba de Canarias, que además puntuaba más que el resto. Mi objetivo era ganar y sabía que cualquiera que estuviera más abajo si ganaba en Canarias me podía pasar. A pesar de todo fui tranquila, a disfrutar y competir, pero sin hacer cuentas de que posición tenía que conseguir para asegurarme el título. Creo que me salió bien porque no me puse presión. Fue en semifinales cuando me dijeron que ya era campeona, así que la final la hice muy tranquila, acabé segunda pero con puntuaciones muy parecidas a la que quedó primera.
- ¿Qué significa para los que hacen surf esta Liga?
-Es el segundo año. La verdad es que el año pasado sólo hice una de las pruebas porque no sabía, como la mayor parte del resto, que había becas importantes, pero este año se apuntó todo el mundo. Es muy bueno que firmas al margen del surf patrocinen pruebas y los premios están muy bien. Personalmente me van a ayudar en mi carrera el próximo año. A la vez, son campeonatos en los que todo el mundo quiere participar, nos hace mejorar el nivel y sirve de cara al circuito mundial, que es mi objetivo.
- ¿Cómo es el reparto del dinero de los premios?
-En cada prueba hay premios en metálico que pone cada organización, pero al final de la Liga hay un reparto que son 6.000 euros para el primero, 2.000 para el segundo y mil para el tercero. Para nosotros, que no tenemos ayudas públicas y que dependemos únicamente de marcas privadas, supone una ayuda sobre todo si haces el circuito mundial, que sale muy caro. Afortunadamente yo tengo patrocinadores, pero hay gente que no los tiene y estos campeonatos ayudan mucho.
- ¿Cómo le fue el año al margen del triunfo en la Liga Iberdrola?
-En España bien porque también quedé primera en el ranking de la Superliga Siroco y este próximo fin de semana es la gran final en la que estaremos las 12 mejores clasificadas. Está previsto que se celebre en La Coruña, pero no sé cómo está la cosa porque da muy mal tiempo. En el Mundial no fue mi mejor año, tuve una quinta posición en Senegal, pero las demás no me fueron nada bien. No participé en dos pruebas muy importantes en California y bajé bastantes puestos en la clasificación, aunque sigo en el top cien. Llegué a estar en el puesto 45 y sé que tengo nivel para estar más arriba de lo que estoy y ese es mi objetivo. También quiero volver a hacer el próximo año la Liga Iberdrola y otras pruebas por España que pueda compaginar con el Mundial.
