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Duelo de caballeros

"Los dos defendimos lo nuestro", señala Oli sobre los choques con Pablo Alfaro, técnico del Ibiza y rival de hoy del Marino

Pablo Alfaro y Oli Álvarez. VICENT MARÍ / RICARDO SOLÍS

Cantaba Joaquín Sabina, que él siempre cumplía un pacto cuando era entre caballeros. Y un pacto es que lo parecen que han firmado Pablo Alfaro y Oli Álvarez, dos caballeros andantes de la antigua pero moderna Liga de las Estrellas de los noventa, y ahora entrenadores del Ibiza y el Marino, dos clubes que se ven las caras hoy, a las 12 horas.

Y de verse las caras, Pablo Alfaro y Oli Álvarez, Oli Álvarez y Pablo Alfaro, porque tanto monta monta tanto, están los dos hartos. En el buen sentido de la expresión porque como jugadores coincidieron en numerosos duelos. "Jugué contra él cuando estaba en el Mérida, en el Racing y en el Sevilla. Era de mucha pelea y mucha bravura", resume Oli sobre Alfaro. "Me lo crucé cuando estaba en el Oviedo, en el Cádiz y en el Betis. Era un delantero guerrero", resume Alfaro sobre el otro.

Siendo Oli un ariete y Pablo Alfaro un central inmisericorde -18 tarjetas rojas-, el morbo estaba en saber si tuvieron algún que otro enganchón. "Alguna me llevé yo y algún recuerdo se llevó él también. Como en cualquier lucha, cada uno defendimos lo nuestro con todo", explica Oli Álvarez.

"Cuando nos demos el abrazo seguramente recordemos unas cuantas", explica Pablo Alfaro sobre un gesto en el que estará resumido un fútbol cronológicamente cercano, aunque narrativamente casi prehistórico.

En lo deportivo, el Marino tiene una salida difícil. Será su estreno en Ibiza. Nunca había jugado en ese lugar. Con 30 puntos, los baleares luchan por jugar la promoción de ascenso. Tienen diez más que el Marino, que lucha por salvarse.

Tras haber sumado dos victorias seguidas -Ferrol y Sporting B- los de Oli están fuera de los puestos de descenso. Unas posiciones que no quieren ver ni en pintura. Y menos ahora que ya solo están vivos en una competición tras haber sido eliminados de la Copa ante Logroñés. Se quedan en tierra Emilio Morilla, Mathe, Mikel y Abraham Ferreres.

La historia del Ibiza es curiosa. El club fue fundado en 2015, tras desaparecer la Unión Deportiva Ibiza-Eivissa. En cuatro años, ya lucha por subir a Segunda. Por su banquillo, aparte de Pablo Alfaro han pasado otros ilustres del fútbol. Es el caso de Rufete, histórico del Valencia, o de Andrés Palop, mítico portero del Sevilla. También jugó en sus filas Borriello, que ganó una Liga de Campeones con el Milán, y ahora es jugador del Ibiza Gianluca Simeone, el hijo del Cholo Simeone.

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