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El Hijo De Esther

Supercopa, Fofó y Qatar

Y en esto parece que llega la Supercopa. La traen los Reyes Magos para disputarla en Oriente y cuatro equipos españoles hacen las maletas para Arabia Saudí. Sí, es la Supercopa de España y se jugará en el desierto, pero el dinero manda y la Federación Española de Fútbol hará un buen negocio; así que vamos todos de paseo en un auto nuevo, como diría el inolvidable payaso Fofó.

El caso es que esta Supercopa nace con polémica porque TVE se ha negado a pujar por los derechos aduciendo que en Arabia Saudí no se respetan los derechos humanos y que una televisión pública no debe dar pábulo a un régimen dictatorial. Loables principios estos de la televisión pública, aunque sorprende que el pasado verano retransmitió en directo el mundial de atletismo desde Doha (Qatar), otro lugar donde los derechos humanos están en entredicho salvo que digan lo contrario Xavi Hernández, ese demócrata defensor de las libertades, o Josep Guardiola, otrora faro de los entrenadores mundiales y ahora intentando que no le echen de Manchester. Pero bueno, el caso es que TVE no quiso emitir y mostró una doble y clara vara de medir.

A lo que íbamos, llega la Supercopa en un momento bueno, pues la Champions no regresa hasta mediados de febrero y así los equipos participantes (Valencia, Atlético de Madrid, Barcelona y, por supuesto, el mítico Real Madrid) se la jugarán en las arenas del desierto recordando a Lawrence de Arabia sin problemas de calendario y, por tanto, con la obligación de darlo todo. En principio, yo veo favorito al Barcelona, aunque sin Ter Stegen me da a mí que la vulnerabilidad defensiva puede ser más boquete que grieta. Y veo favorito al Barcelona, porque el Madrid anda con problemas de gol y, además, juega mejor cuando no va de favorito y deja a los culés que se vayan cociendo en su propio regocijo. Eso sí, sin menospreciar al Atlético de ese entrenador "macarrilla" llamado Simeone, ni al Valencia que ha estado más preocupado de cobrar más millones por viajar que de la propia competición.

En cuanto al Madrid, la conclusión es que el equipo está armado, que Zidane lo ha vuelto a hacer, que la desconfianza que generó los últimos meses de la temporada pasada y los primeros de esta no era más que esperar el tiempo razonable para recuperar un equipo legendario que está dispuesto a reverdecer laureles con savia nueva de un calibre tal como el de Valverde.

Todos pensando si Vinicius o Rodrygo y resulta que desde el silencio aparece un uruguayo tímido (parece un contrasentido, ¿verdad?) y se erige en la nueva y rutilante estrella del equipo. Sin olvidarnos, y lo repito en honor a mis amigos Martín y Geno, de que Benzema es un crack.

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