La imagen del Liberbank Oviedo Baloncesto en Palma de Mallorca fue buena pero el resultado fue mismo de las últimas jornadas: una derrota (83-76) que les mantiene en puestos de descenso a LEB Plata y que es la tercera consecutiva tras las debacles de Melilla (76-46) y Canoe (62-78).

Pero lo cierto es que el OCB, a pesar de la situación en la que se encuentra, tuvo una actuación muy meritoria, en la que fue capaz de dejar a un lado sus fantasmas y plantar cara al quizás principal aspirante para el ascenso de la LEB Oro a la ACB. El regreso de Álex Reyes tuvo mucho que ver en esa reacción. El cacereño culminó un partido soberbio, con 15 puntos y 11 rebotes, aportando cosas que sus compañeros echaron en falta en los dos anteriores partidos. También dio un paso adelante Sergio Llorente, errático hasta ahora pero que esta tarde hizo un partido muy serio (16 puntos y 4 asistencias).

Tuvo Geks a falta de 2.19 del final un tripñle para empatar el partido a 77 pero no lo erró y a partir de ahí el acierto y la fortuna estuvieron del lado del equipo insular, pero aún así el OCB dio cierta sensación de estar en vías de recuperación. Aún así, no es la primera vez esta temporada que se ve una mejoría y después el equipo vuelve a las andadas, algo que ya no se pueden permitir porque el margen de maniobra es ya muy escaso.