La igualdad entre hombres y mujeres en el deporte se aleja conforme las chicas se hacen mayores. Es una de las realidades que constataron ayer Héctor Galán, director general del Oviedo Baloncesto, y Myriam Hernández, directora del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales. Las dos instituciones han colaborado para poner en marcha la campaña "igualdad laboral, también en el deporte" para la que han adoptado el lema: "Aunque no lo parezca, somos iguales". La iniciativa tendrá su acto central el sábado, a las 18.30 horas, en el partido que medirá en Pumarín al Liberbank Oviedo y al Leyma Coruña, durante el cual el OCB vestirá una equipación especial de color morado.

Esta equipación será vendida durante el partido y la recaudación será donada a una asociación benéfica. No será esa la única actuación que se llevará a cabo durante el partido. El club ha invitado a Pumarín a los principales equipos femeninos de la región: el Liberbank Gijón de balonmano, el Telecable de hockey sobre patines, el Ovida Oviedo de bádminton y el ADBA avilesino de baloncesto. Las jugadoras de algunos de estos equipos no podrán asistir al coincidir con sus partidos, pero todos estarán representados de alguna forma. Al descanso le llegará el turno a los equipos femenino del club, que saldrán a la pista para recibir el calor del público. Además, durante marzo el OCB hará una campaña en redes sociales en colaboración con el equipo femenino de la Universidad de Oviedo, en el que aparecerán juntos jugadoras y jugadores de los dos equipos con mensajes a favor de la igualdad.

Héctor Galán también abrió la puerta durante la presentación de la campaña a la posibilidad de apostar más fuerte por sacar un equipo femenino sénior, que el club ya tuvo pero del que ahora carece. "Es algo que nos estamos planteando", señaló. "Como club de baloncesto en el que tenemos niños y niñas pues hablar de igualdad, aunque suene un poco raro, es lo cotidiano. Cualquier tarde que se venga por Pumarín se ven niños y niñas entrenando, en las mismas condiciones, los mismos horarios, los mismos entrenadores, entrenadoras entrenando niñas, entrenadores que entrenan niñas. Ojalá esa normalidad, sobre todo a las nuevas generaciones, les vaya entrando y crezcan con un chip diferente", explicaba Galán.

Myriam Hernández, por su parte, quiso hacer aseguró que para el Instituto que dirige "es un lujo contar con la colaboración del OCB". "El desequilibrio entre hombres y mujeres existe a todos los niveles y en todos los entornos", añadió.