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A Tokio se va por Ceares

l Matteo, central del equipo gijonés, citado por Haití para la fase clasificatoria de los Juegos l "Es el sueño de mi vida", afirma

Nació en Canadá, pasó parte de su juventud en Francia y ha encontrado en Gijón la llamada para participar en la fase de clasificación de los Juegos Olímpicos que se celebran en Tokio este año. Matteo Cantave, de 22 años, futbolista del Ceares de Tercera División, ha sido citado por Haití, país del que es originario su padre, para medirse en México a Canadá, Honduras y El Salvador en busca de un billete para la cita olímpica. "Es el sueño de mi vida. Pelearemos por hacerlo lo mejor posible", afirma en un semana doblemente especial, ya que mañana hay derbi, el de los equipos gijoneses, ante el Industrial.

"Mi padre fue el primero en comunicarme la noticia. Él vive en Nantes (Francia) y está en contacto con los representantes de la selección de Haití. Es la primera vez que me llaman. Imagínese cómo fue mi reacción. Es un gran orgullo poder defender los colores del país de mi padre", explica Matteo, el pequeño de dos hermanos que han encontrado en Asturias un lugar para explotar sus condiciones como futbolistas. "Mi hermano, Miki, juega en el Lealtad. Él también ha sido internacional por Haití, pero en este caso no hemos coincidido porque la convocatoria está formada por jugadores sub-23. Él está mayor ya para esto", apunta, con humor, el futbolista teyero, explicando así que Miki supera ese máximo rango de edad marcado para los equipos de fútbol olímpicos. La primera parada de Matteo en Asturias también estuvo en Villaviciosa, como sucedió con su hermano mayor. Es también donde continúan residiendo. "Llegué junto a él y estuve jugando en el Lealtad. Competía con el filial y me entrenaba con el primer equipo", detalla. Pedrín, presidente del conjunto maliayo, le brindó entonces la posibilidad de someterse a unas pruebas que estaba realizando el Ceares en busca de refuerzos para su equipo de Tercera División. Matteo, defensa central, se sometió al examen. "Tuve la suerte de quedarme. Estoy muy agradecido a todos por la oportunidad que me han dado para jugar aquí", explica sobre su experiencia en el equipo gijonés.

El fútbol ha acompañado a Matteo a lo largo de sus etapas a los dos lados del Atlántico. La sangre caribeña, que tiene como añadido que su madre es natural de la isla de Guadalupe, no le apartó del balón entre el frío de Canadá, donde residió hasta los 11 años. "Después, mi padre, mi hermano y yo nos fuimos a Francia, donde pasé otros seis años", explica antes de avanzar su toma de contacto con el fútbol español. "Mi primera experiencia en España llegó entonces. Estuve un año en Madrid, jugando en Preferente", recuerda Matteo, que tras esa campaña volvió a hacer la maleta para regresar a Canadá. Fue el pasado verano cuando Asturias entró en su vida para llevarle al que, hasta ahora, es su mayor reto deportivo.

"El martes tomaré un vuelo en Madrid con destino a México. La idea es que disputemos dos amistosos antes de los partidos clasificatorios. Voy con el objetivo de lograr una plaza en los Juegos. Ojalá sea posible", concluye, ilusionado, el jugador del Ceares, el segundo internacional en la historia del conjunto gijonés. El primero fue el dominicano Bryan Jiménez, en 2014, en una muestra de que el fútbol modesto sigue derribando fronteras.

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