Hay personas incapaces de entenderse entre ellas y, mucho menos, de tender la mano al otro y perdonar. Incapaces de sacar la bandera blanca hasta en una situación de urgencia mundial como es la del coronavirus, que ha sacudido en un par de semanas los cimientos de la sociedad. Este es el caso de Javier Tebas (presidente de la Liga) y de Luis Rubiales (presidente de la Federación Española de eso del balón).

A uno y otro les puede la chulería que arrastran hasta con el apocalipsis a las puertas. Ni en estos días de zozobra pueden dejar a un lado la escalada bélica en la que se han embarcado desde que Rubiales llegó a la presidencia de la Federación después del escándalo de corrupción que acabó con el reinado de Ángel María Villar del "fúrgol" español de Ángel María Villar, aquel que parecía que iba para eterno. En un mundo en el que cae contagiado hasta el príncipe Carlos de Inglaterra -nada se sabe de la matriarca de los Windsor- siguen a lo suyo.

La última del show Tebas-Rubiales, las medidas propuestas por el sindicalista metido a presidente federativo para paliar la crisis económica que el virus está produciendo en algunos clubes de Primera y Segunda, como por ejemplo el Barça (negocia rebajar los sueldos a sus deportistas) y el Atleti (estudia aplicar un ERTE). Rubiales ha planteado pedir un crédito junto a la Liga de 500 millones de euros utilizando como garantía los derechos de televisión. La respuesta de Tebas en las redes sociales en 150 caracteres: ironía rozando la humillación de Rubiales por la propuesta. Algo así como, "tonto, la ley impide eso". Todo con luz y taquígrafos, nada de llevar el divorcio entre bambalinas. Con este dúo no hay manera. Chulos y chulapos hasta el final. Duelo a garrotazos como en el cuadro de Goya, una tradición milenaria de buena parte de este país.

Aunque un cara a cara Rubiales-Tebas con dos buenas varas de avellano seguro que dispararía las audiencias, las televisiones pagarían un generoso pellizco y arreglaría la única preocupación que une a ambos contendientes: la pasta.