Hace justo 25 años, los aficionados asturianos al baloncesto vivían el mayor logro de este deporte en el Principado en toda su historia: el ascenso de un equipo a la ACB. Lo consiguió el entonces denominado Trébol Gijón Baloncesto tras imponerse por tan solo un punto (69-68) al Ernesto Electrodomésticos de Alicante en las semifinales. Según la reglamentación, en aquella época los dos finalistas ascendían. El otro fue el Gran Canaria.
A la fase final fase, que se jugó en el Palacio de los Deportes de Gijón, llegaron el Llobregat, Plasencia, Gran Canaria, Lliria, Tenerife, Leymakao Coruña, Ernesto Electrodomésticos de Alicante y Trébol Gijón. En cuartos de final, el equipo gijonés se impuso al Tenerife, 77-72, al que todos señalaban como el principal candidato al ascenso. Clave fue el apoyo de los casi 7.000 aficionados que abarrotaron el recinto. En semifinales el rival fue el equipo alicantino, entrenado por Luis Casimiro, quien años más tarde dirigió al Gijón Baloncest.
El partido fue igualado hasta un final de infarto y muy protestado por los alicantinos. La plantilla gijonesa estuvo dirigida por el estadounidense Bill McCammon, que se había hecho cargo del equipo de manera peculiar. Bill pasaba por Gijón camino de un campus que en Galicia organizaba Anicet Lavodrama y leyó en la prensa que el equipo local buscaba entrenador. Ni corto ni perezoso se puso en contacto con el club y tras una conversación con Emilio de Diego, el hombre para todo del club gijonés, le dieron el puesto.
