La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Espero haber dejado huella en la afición y, en especial, en los niños"

"No tengo ningún reproche, al contrario, estoy muy agradecido, sobre todo a Fernando Villabella y Héctor Galán por haber confiado en mí"

Víctor Pérez besa el trofeo de la Copa Princesa de 2017. MIKI LÓPEZ

Víctor Pérez, el símbolo de la mejor historia del Oviedo Baloncesto, no volverá a levantar de sus asientos a la afición de Pumarín. El club anunció ayer la marcha del escolta después de ocho temporadas. Víctor Pérez (Sevilla, 12-4-1982) se va tras ejercer de jugador decisivo y gran capitán. Los números dicen que jugó de azul 232 partidos (el segundo, tras Agustín Prieto), durante los que anotó 1971 puntos, con 407 triples, 282 tiros libres y 234 tiros de dos, para una media de 8,5 puntos. Y al margen de las estadísticas, Pérez ha hecho bueno el lema "Yo soy OCB".

- ¿Lo esperaba?

-Era algo que tenía que llegar. Acababa contrato y si no era esta temporada iba a ser la siguiente. Hay que aceptar su decisión. Como jugador profesionl sé que tenía fecha de caducidad y, después de ocho temporadas, ha llegado.

- Además, en un momento muy extraño.

-Evidentemente, no es el mejor final porque no me he podido despedir en la pista. Incluso el último entrenamiento fue un poco raro porque no sabíamos que el médico nos iba a decir que había que parar.

- ¿Algún reproche al club?

-Al contario. Estoy agradecido de que me ficharan en 2012 y después he tenido la suerte de ir renovando el contrato. Ha sido algo maravilloso, una etapa inolvidable porque no todo el mundo puede decir que ha estado ocho temporadas en un mismo club. No tengo reproches para el club, todo lo contrario. Palabras de agradecimiento por haber confiado en mí, sobre todo a Fernando Villabella y Héctor Galán.

- ¿Quién se lo iba a decir cuando llegó en 2012?

-Totalmente. Venía de una situación deportiva mala en Navarra y tuve la oportunidad de salir a jugar al extranjero. Tenía referencias muy buenas de Oviedo, pero nunca imaginé que iba a tener tana estabilidad deportiva, profesional y, sobre todo, personal. Mi familia y yo hemos estado muy a gusto.

- ¿Por qué es diferente el OCB?

-He pasado por clubes que son muy familiares y pasionales, pero el Oviedo Baloncesto, la familia del OCB y Pumarín han ido de la mano. Durante los siete primeros años era fácil apoyar, pero esta última temporada la afición también ha estado al pie del cañón. Por eso Oviedo es un referente a nivel nacional. Y, por supuesto, los dirigentes del club, que son muy honestos y responsables en la toma de decisiones.

- Deja un club muy diferente al de 2012.

-Sí, no solo en lo deportivo y la estructura. También en lo social, en la repercusión que tiene el Oviedo Baloncesto en la ciudad, en Asturias y en España. Podríamos decir que el producto del OCB ha estado en boca de todos y se ha convertido en un trampolín para muchos jugadores que han dado el salto a ACB. desde Ian O'Leary hasta Álex Reyes. También la repercusión sobre los más pequeños. Que yo haya estado en ese "boom" me hace sentirme muy orgulloso.

- ¿El equipo ha estado por encima de las posibilidades del club?

-Ha habido temporadas en las que hemos tenido buenos presupuestos y se han conseguido jugadores de más nivel, pero hay que recordar que el equipo estaba hecho para no descender y la mayoría de las veces nos hemos metido en los play-off.

- ¿El mejor recuerdo?

-No me puedo quedar con uno. Quizá el más significativo sea el de la Copa Princesa, pero en 2012 también fuimos campeones de LEB Plata. Fue muy emocionante, sobre todo por cómo lo logramos.

- ¿Podrá despedirse algún día de Pumarín?

-Eso espero. Es una pena que no me haya podido despedir de la afición, especialmente de los niños que venían a hacerse fotos con nosotros al final. Slo espero que guarden un grato recuerdo mío y que cuando piensen en Víctor Pérez les haya dejado huella.

- ¿Su futuro?

-Ahora salgo al mercado. Es momento de asimilar esta noticia y de descansar.

Compartir el artículo

stats