En el clásico más caliente de la Liga francesa (PSG, 0; Olympique Marsella, 1) entró en combustión Neymar, indignado por los supuestos ataques racistas de Álvaro González, central español del OM. Lo denunció Neymar mirando a las cámaras de televisión ("le pegué porque es un racista, por eso le pegué, es un racista") y después lo reiteró a través de su cuenta de Twitter. "Mi único arrepentimiento es no haberle dado en la cara a ese gilipollas", escribió el delantero, que se expone ahora a una dura sanción.