Un número importante de clubes han planteado a la Federación Asturiana el aplazamiento hasta enero del inicio de las competiciones en las categorías de base. La dificultad para cumplir los protocolos sanitarios, los gastos en licencias y Mutualidad sin garantías de finalizar la competición y las trabas para la presencia de público en los campos han llevado a movilizarse a los dirigentes. Pese a que la federación ha establecido una serie de medidas para aliviar la economía de los clubes, una representación de estos espera concertar una reunión con el presidente de la Territorial, Maximino Martínez.
"Tengo la libertad de decidir si mis equipos salen a competir", recalca el coordinador del Caborana, Domingo Rodríguez, a su vez portavoz de clubes de la cuenca del Caudal que consideran que con la situación sanitaria actual no se puede jugar al fútbol. "Tal como están las cosas, los únicos que exponemos somos los equipos", añade Rodríguez, refiriéndose tanto a la posible aparición de positivos por covid-19 como a las pérdidas económicas: "Tenemos que pagar cuatro mil euros por las licencias, sin garantías de que podamos acabar la temporada".
Domingo Rodríguez participó el domingo en Cudillero en una reunión en la que también hubo representantes de la zona del Nalón, de la Asociación de Fútbol Base de Gijón, de clubes del occidente y de las delegaciones de fútbol sala. Los clubes de occidente enviaron ayer una notificación a la Federación Asturiana en la que, además de solicitar el encuentro con Maxi Martínez, realizan tres propuestas: 1. El aplazamiento a enero de 2021, "como mínimo", del inicio de las competiciones en función de la pandemia. Consideran que de esta forma se podría "valorar con máxima seguridad la evolución sanitaria durante y después de los meses de octubre, noviembre y diciembre".
2. Retrasar el pago de los costes de las licencias y primas de la Mutualidad de Futbolistas a la semana anterior al inicio de la competición. Así, añaden, "los clubes no se descapitalizarían y no tendrían que cobrar todas sus cuotas a las familias de sus jugadores".
3. Colaborar con los clubes, intermediando con las instituciones correspondientes para que puedan realizar entrenamientos en las instalaciones asignadas, para que los niños y niñas "puedan practicar su deporte sin la intensidad que genera la competición, ya que han de ponerse al día con tiempo después de un largo período de inactividad".
Desde Gijón, el presidente del Veriña, Gonzalo Llano, incidió en este último punto: "No pasa nada porque los chavales se queden un año sin competición. De momento hay que ver cómo van las cosas con el comienzo de los colegios". Una idea que desarrolla Dani Prieto, presidente de la Asociación de Fútbol Base de Gijón, que reúne a 28 clubes: "Hay mucha inquietud porque todavía no han salido los calendarios. Si se puede empezar en enero, bien, y si no habrá que buscar soluciones para que haya partidos, pero una temporada de transición, sin ascensos ni descensos en las categorías juvenil para abajo".
Otra de las prioridades de los clubes de base es la presencia de público en los campos. Consideran que el protocolo de la Federación Asturiana, aprobado por la Consejería de Salud, contiene una obligación que, en la práctica, cierra las puertas a los aficionados: "El público debe permanecer en butacas preasignadas guardando la distancia de seguridad de al menos 1,5 metros, siendo obligatorio el uso de mascarilla, así como las medidas de higiene y etiqueta respiratoria. Las butacas preasignadas podrán ser individuales o en grupos de 2-4 personas siempre y cuando los miembros de dicho grupo sean personas convivientes. La venta u ocupación de estas butacas por personas no convivientes podrá ser sancionada por suponer un riesgo para la salud pública".
Fuentes de la federación aseguran que el pasado día 11 han trasladado a la Dirección General de Deporte la solicitud de que se permita la presencia de espectadores de pie, guardando la distancia de seguridad. De momento no han recibido respuesta, que dependerá de la Consejería de Salud. El presidente del Marino, Luis Gallego, considera importante que se permita el público de pie y también un cambio en lo relativo a la recogida de datos personales de los asistentes en el acceso a los campos.
"Eso va a traer problemas porque serán inevitables las aglomeraciones", señala Gallego, que lanza una propuesta: "Se solucionaría si cada persona llega a la puerta del campo con sus datos ya escritos y se los entrega al coordinador. Sería una forma de agilizar la entrada y minimizar riesgos".
