Aplazamiento en la Tercera asturiana debido al covid. El Llanera-Praviano que debía disputarse esta mañana ha sido aplazado debido a que varios jugadores visitantes se levantaron con síntomas compatibles de covid. La Federación Asturiana comunicó el aplazamiento al Llanera a primera hora de la mañana. Mientras, el resto de la categoría se prepara para la vuelta al ruedo, esta vez a puerta cerrada.

Que se juegue ya es de por sí un paso adelante, que haya que hacerlo sin público, un contratiempo que entrenadores y jugadores están dispuestos a aceptar con tan de poder continuar con la competición. El grupo asturiano de Tercera División se pone hoy en marca, con la disputa de la quinta jornada del subgrupo A y la segunda del B, salvo el Urraca-Condal, aplazado por el positivo de un jugador del conjunto de Posada de Llanes.

“Lo ideal sería jugar con público, pero lo que hay es que jugar, seguir adelante con la competición, hay gente que tiene ingresos de esto, familias que en buena parte viven de esta competición. Lo importante es que esto continúe porque de una manera u otra las cosas tienen que mejorar”, argumenta Chuchi Collado, entrenador del Caudal, que hoy (17 horas) recibe al Ceares.

Los mierenses son uno de los equipos de Tercera que, por el nivel de su plantilla, deben aspirar a cotas más altas y tienen algunas de las fichas más altas de la categoría. “Nuestro objetivo está claro que es estar arriba y, por eso, en casa no podemos perder demasiados puntos. Tenemos que hacer un partido serio y estar al 100% ante un rival, el Ceares, siempre peligroso”, añade el técnico del Caudal.

En el Ceares también celebran el regreso del fútbol. Al menos su entrenador, Pablo Busto, que reconoce que tanto él como sus jugadores están “con ganas ya de que llegue el partido”. “Estos meses entrenando, sin competir y con tanta incertidumbre estaban afectando a la plantilla”, añade. El caso del Ceares es especial porque en la única jornada que se ha disputado enTercera, la primera, a ellos les tocaba descansar (el grupo es impar y cada jornada descansa uno). Por lo tanto, son ya muchos los meses que llevan sin jugar. Tanto que, explica el entrenador, “hace un par de semanas ya empecé a ver a la gente que venía a entrenarse un poco frustrada”. Pablo Busto tiene claro que lo que toca es volver: “Hay que hacer un esfuerzo por los jugadores, no se les tiene en cuenta, cuando se decidió empezar era con todas las consecuencias”.

Otro que piensa que “en el que menos se ha pensado es en el futbolista” es Abraham Albarrán, entrenador del Avilés, que hoy (16 horas)vista el campo del Gijón Industrial: “Mucha gente vive de esto, algunos no totalmente pero estos ingresos son muy importantes para ellos y es una forma de ganarse la vida”, añade. Por eso lamenta tanto parón: “Se nota mucho tanto tiempo sin jugar muscularmente”. Se queja también de que no puedan estar acompañados por aficionados en los campos: “No ha habido contagios en los campos de fútbol”, dice el técnico.