Maximiliano Steinfeld colgó ayer en su casa del ovetense barrio de La Monxina la misma bandera de Argentina que hace 34 años colgó junto a su familia en Buenos Aires cuando la albiceleste se proclamó campeona del Mundo en México, en 1986. La de ahora incluye el triste detalle de un crespón negro. “Esa bandera me la traje en la maleta cuando me vine a España hace 22 años”, explica Steinfeld. Una forma de rendir tributo a Diego Armando Maradona: “Fue el más grande, más grande que Messi y más grande que todos”, dice un aficionado del Boca Juniors que tuvo la fortuna de verlo jugar en directo. “Lo vi en la presentación con Boca en un partido en el que jugó medio tiempo con Argentinos Juniors”, rememora. En cuanto al sentimiento que inunda ahora su país, Steinfeld reconoce que es “difícil” de entender: “En España hay pasión por el fútbol, pero no es comparable. La muerte de Maradona es la tristeza más grande de la historia de Argentina”. La razón de tanto amor es culpa, sobre todo, de ese Mundial del 1986: “Sin él Argentina no hubiera salido campeona”, dice convencido un argentino que llora al “Pelusa” desde Oviedo.
