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La subida a Fancuaya, sin límites: "Podría ser la etapa reina”

Larraceleta, impulsor de la candidatura de Yernes y Tameza a un final de la Vuelta, asegura que es una ruta “para la estrategia”

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Las mejores fotos de la subida a la Fancuaya

“El Angliru es muy duro, es el corredor contra la carretera, pero en Fancuaya puede haber más espectáculo porque puede haber más ataques por la configuración del puerto”. Lo explica Adrián Larraceleta, aficionado al ciclismo de Grado y quien está tras la idea de impulsar la candidatura del puerto de Yernes y Tameza como final de etapa de la Vuelta en 2022. Se han planteado tres posibilidades. Con paso por Grado y ascenso por la zona conocida como La Costera, con desvío en Alcubiella y subida por Rañeces; o por Salcéu encarando la subida del puerto desde San Pedro de Los Burros.

Pero, quizá, la ruta que cobra más importancia es la que subiría al alto de San Lorenzo (Somiedo), el de Marabio (Teverga) y Fancuaya conformando la etapa Camín Real de la Mesa. “Podría ser la etapa reina de la Vuelta al combinar tres puertos de primera categoría”, señala Larraceleta. Un itinerario que, salga de donde salga, tiene como final asegurado el collado de Fancuaya, a los pies del pico L’ Oral. Eso sí, la vía por La Costera elimina uno de los tramos más espectaculares, las cuestas de Castro. “Es el pata negra del puerto, cuatro kilómetros con una pendiente media del 8,14% y zonas con un 20%”, detalla.

Junto a Larraceleta está Carlos Palacio, otro ciclista aficionado de Grado, quien cree que Castro es “el primer punto complicado” del ascenso. “Al principio la subida es suave desde el puente de la AS-311, pero lo último justo antes de llegar a Yernes es muy duro”, señala. Tras el rompe-piernas de Castro llega el descanso para atravesar la localidad e iniciar el ascenso a Fancuaya en una carretera más estrecha y rugosa que puede dar lugar a mucho espectáculo. Y luego un tramo de Yernes a la braña de Senra con un desnivel de 900 metros y rampas entre el 8 y 10% de inclinación y algunas curvas cerradas como las que hay a la altura del depósito de agua que complicarán el ascenso. “Luego hay un pequeño descanso al pasar por las cabañas de la braña, pero ya empezaría la subida final, muy dura, con una subida bastante tendida sin descanso y pendientes de entre 10 y el 12%, aunque después de la última curva son unos seiscientos metros superando el 15% hasta llegar al collado”, comenta Palacio.

Así es la subida a Fancuaya. Una campera por encima de los mil metros de altura que es una desconocida para los ciclistas de carretera. Y ése es uno de los aspectos que destaca Palacio. “Creo que hay dos cosas por las que destaca: por la dureza que tiene y porque es desconocida. Además, estás en medio de la naturaleza y puede tener hasta mil metros de desnivel si salen desde Grado”, apunta. Si bien, la ruta que resulta más apetecible a los aficionados es la que engancha los puertos de San Lorenzo, Marabio y Fancuaya. “En los últimos 50 kilómetros tendría 2.120 metros de desnivel positivo, son tres puertos muy duros que seleccionan la carrera y dan lugar a estrategias y ataques en los tres puertos, estaría muy bien”, destaca Larraceleta. Eso sí, urgen la reparación del tramo del Marabio, muy deteriorado y motivo por el que el concejo quedó fuera de la Vuelta en 2019. Y sentencian: “En la Vuelta, Asturias se puede equiparar a Alpes y Pirineos en el Giro y el Tour”.

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