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La odisea de Pablo Carreño en Australia: solo puede salir del hotel para entrenarse

El tenista se arriesga a una multa de 13.000 euros si abre la puerta de su habitación | "Llevamos tres días y medio sin salir, en los que me han hecho cuatro PCR", explicaba el asturiano esta semana

Carreño, en la Copa Davis del año pasado. | Reuters

Pablo Carreño descansa ya en Australia preparando sus dos primera citas del año, la ATP Cup y el Open de Australia. Los primeros días del asturiano en las antípodas no están siendo nada fáciles, ni para él ni para el resto de los jugadores que va a disputar el primer gran torneo del año, ya que las exigencias de las autoridades sanitarias son muy severas, lo que incluso ha motivado una carta de protesta encabezada por el número 1 del mundo Novak Djokovic, a la que el primer ministro del estado de Victoria, Daniel Andrews, ha respondido diciendo que “no habrá trato especial para nadie, el virus no trata a nadie de manera especial y por lo tanto nosotros tampoco”.

Carreño y sus compañeros permanecen prácticamente encerrados en sus habitaciones de un hotel. El gijonés lo relataba así el lunes en su cuenta de Instagram: “Aquí seguimos en la habitación de Melbourne donde estamos haciendo la cuarentena, llevamos tres días y medio sin salir, en los que me han hecho cuatro PCR. Ya me han dado el resultado de tres que han sido negativos. Ayer era el primer día que íbamos a poder entrenar, pero tuvieron un problema con los autobuses que nos iban a llevar a las pistas y se canceló el entrenamiento con lo cual tampoco pude salir de la habitación”.

Un día más tarde Carreño también tuvo problemas: “Hace media hora que debía estar entrenando pero han tenido algún problema y están desinfectando todo el hotel y nadie puede salir de las habitaciones. Así que vamos retrasados otra vez”.

Finalmente, con retraso Pablo pudo realizar su primer entrenamiento compartido con Feliciano López pero no se libraron de grandes medidas de seguridad hasta el punto de que estaba prohibido cambiar de lado de la pista. El Open de Australia normalmente se juega en enero, pero este año se ha retrasado un mes aunque los tenistas han tenido que viajar mucho antes para cumplir con una obligada y estricta cuarentena. Las normas les obligan a estar en sus respectivas habitaciones a excepción de cinco horas al día para poder entrenar.

A diario se le asigna a cada jugador un código con el que acceder a la pista, al gimnasio o incluso encargar la comida. El protocolo es tan estricto que algo tan aparentemente normal como abrir la puerta de la habitación y hablar con alguien que esté en el pasillo puede acarrear una multa de 20.000 dólares australianos, unos 12.785,70 euros. La normativa es muy exigente pero Melbourne suma 14 días seguidos sin un solo positivo y las autoridades quieren que la racha se prolongue.

Carreño iniciará la competición formando parte del equipo español para la ATP Cup que se disputará en Melbourne del 1 al 5 de febrero

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Pablo Carreño.

Los tenistas protestan por su situación pero los vecinos del hotel Westin donde están los jugadores tampoco están muy contentos con tenerlos allí. Incluso los dueños de 36 apartamentos de lujo en ese hotel están estudiando presentar una demanda contra Tennis Australia por usar el edificio para la cuarentena y eso que, según el plan preparado, los jugadores tienen entradas separadas y están en niveles diferentes, hay monitores en cada nivel e incluso la policía vigila las 24 horas para que todo el mundo cumpla la normativa.

Carreño iniciará la competición formando parte del equipo español para la ATP Cup que se disputará en Melbourne del 1 al 5 de febrero y que precede al Open de Australia que se jugará entre el 8 y el 21 y el que el tenista asturiano es cabeza de serie 15º.

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