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De Oviedo a Gijón, pasando por Avilés, Luanco o Langreo: así fue la vuelta del público a los partidos asturianos

El público regresa a las competiciones deportivas tras varios meses: “Teníamos muchas ganas de volver”

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Las mejores imágenes de la vuelta al público al deporte asturiano Ángel González / Julián Rus / Mara Villamuza

Muchos ni se acordaban de cuándo había sido la última vez. El mes de marzo queda ya muy lejos. Y es que el 2020, el año del covid, sigue pareciendo un mal sueño del que está costando salir. Aún así, hay brotes verdes. Uno de ellos es el de volver a ver algo de vida en las gradas de los campos de fútbol y los pabellones deportivos asturianos después de que el Principado haya levantado la mano en el BOPA de anteayer.

Algunos de los primeros en dar el paso hacia otra nueva normalidad fueron equipos como el Langreo (fútbol), el Círculo Gijón (baloncesto), o los avilesinos de balonmano y baloncesto Villa de Luanco, Atlética y Avilesina y ADBA. Pero hubo más. Estas son algunas de las historias vividas ayer.

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Las protestas de los deportistas

En el Palacio de los Deportes de Gijón, la cantante Nathy Peluso atrona por megafonía los oídos de los 300 espectadores, que observaban con impaciencia a que los jugadores del Círculo y del Alcobendas cesaran sus ejercicios de calentamiento previos al duelo. El conjunto gijonés decidió que solo 300 personas entraran al recinto gijonés con unas estrictas normas de seguridad. A saber, además de la mascarilla obligatoria, la imposición de mantener asientos de separación incluso en el caso de ser convivientes.

Así le pasó a Enrique Jaimez y a María Antonia García, un matrimonio que llevaba desde septiembre sin ver presencialmente a su equipo. “Lo seguimos por la tele, pero aunque se disfruta, no es lo mismo. Es más emocionante en el pabellón”, comentó la pareja, que no quitó ojo a su sobrino, el jugador del Círculo Ismael García. También regresaron a la cancha gijonesa Alberto Suárez y José Alberto Fernández, dos aficionados empedernidos al deporte de la canasta. “Se hace algo raro volver así, porque falta ambiente, pero es mejor que nada”, sentenciaron los dos.

Mientras, el público de Ganzábal entró con ganas de brindar a sus jugadores los aplausos pendientes desde marzo. Ya durante el calentamiento los futbolistas del Unión Popular de Langreo recibieron el calor de la afición que se pudo congregar, trescientos de los seiscientos socios del club. En la entrada, que se realizó de forma escalonada, se les tomó la temperatura y utilizaron gel hidroalcohólico antes de acceder a los asientos marcados para ser ocupados.

“Teníamos muchas ganas de volver”, afirmó Juan Manuel Corujo, de La Felguera, que es el socio número 39 del Langreo, que acudió al último partido de competición en el que se permitió entrar afición, celebrado a principios de marzo. Destacó además que si se permitiese ocupar el 25 por ciento de las localidades “en Ganzábal podrían asistir más de mil personas”. El covid y el Principado tendrán la última palabra.

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