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Alba Barreiro y Alicia Currás, en el puente de San Sebastián, durante su recorrido bajo la lluvia.

Contra el virus y los elementos: la "San Silvestre" de Avilés sobrevive con 300 participantes.

La ausencia de carrera popular y el mal tiempo reduce el número de corredores: “Mantuvimos el espíritu”

Las perspectivas no eran demasiado optimistas de por sí, pero las inclemencias del tiempo terminaron por desanimar a los avilesinos a participar en la “San Silvestre” virtual. Unas cuatrocientas personas se inscribieron y trescientas de ellas cubrieron el recorrido y enviaron su marca a través de la aplicación móvil. Unas cifras muy lejanas a las de ediciones anteriores. Al menos, el espíritu de la prueba se mantuvo, en la confianza de que el 31 de este año recién estrenado la fiesta vuelva a ser completa.

La entidad organizadora, la Atlética Avilesina, espera sacar algo positivo de una edición tan fría en los meteorológico y en lo ambiental. “Estamos dándole vueltas, pero igual se puede dar una vuelta a este formato y añadirlo al tradicional, para los que no tengan la posibilidad de correr aquí o para la gente mayor a la que se le quede larga... estamos mirando a ver”, explica el presidente de la entidad avilesina, Gerardo González. En cualquier caso, y siempre que las circunstancias lo permitan, se primará la carrera tradicional, que es “la verdadera fiesta del deporte popular”.

Alba Barreiro y Alicia Currás, comprobando sus tiempos en la aplicación habilitada por la organización

Las dificultades eran grandes para motivar a los participantes, pero la borrasca “Bella” fue el remate, con chubascos constantes y fuerte viento los días previos y el mismo 31 de diciembre. “No hemos tenido nada de suerte con el tiempo. Ayer (por el jueves), que era el último día, no invitaba a nada. Eso nos ha restado y muchos de los inscritos no la han hecho. Hemos hecho todo lo posible por motivar a la gente, como el hecho de que fuera de carácter benéfico para el Banco de Alimentos”, confirma el dirigente atlético avilesino, que destaca que “al menos se mantuvo, no perdimos una edición”.

Pese a todo, más de trescientas personas se animaron a participar en las tres modalidades diseñadas por la organización. Se podía realizar un circuito marcado por los alrededores de la ría y del Centro Niemeyer o cubrir un circuito libre, a discreción de cada corredor. Además, había una modalidad de “San Silvestre en familia”.

Una de las marcas del recorrido diseñado en la ría avilesina.

Entre los participantes destacaron los componentes del Judo Avilés, habituales de la cita atlética de fin de año. Normalmente quedaban todos juntos en el colegio Palacio Valdés y desde allí entraban a calentar en el parque de Ferrera. Luego corrían según las posibilidades de cada uno y al final se hacían una foto de grupo.

La cosa, esta vez, tuvo mucha menos gracia. Se agruparon por parejas, una de ellas la formada por Alba Barreiro y Alicia Currás, que se citaron al mediodía del 31. Justo a tiempo de que el cielo se abriera y una tromba de agua les acompañase durante gran parte de su circuito.

Alba, que en unos días cumplirá los 17 años, reconoce que esta vez no disfrutó nada de una prueba que realiza todos los años desde que era alevín. “Creo que un año no la hice porque estaba con una escayola en un brazo, pero los demás, todos”, dice la deportista, que se emparejó con Alicia porque “somos amigas de siempre y solemos correr juntas porque tenemos un nivel parecido”.

Sin tiempo

Así, pues, ambas se enfundaron la mascarilla, las mallas y la ropa de abrigo y se dispusieron a completar los cinco kilómetros designados. Les llovió a mares, pero eso no fue lo peor para Alba: “Llevaba el móvil en el chubasquero del club, que no tiene cremalleras en los bolsillos, y lo iba agarrando para que no se cayera. En una de estas salió de la aplicación y no me contó el tiempo. Vaya, que al final es como si no la hubiese hecho”, lamenta resignada, aunque de buen humor, la joven judoca avilesina.

Su compañera tuvo más suerte, y su esfuerzo se vio recompensado con su aparición en la clasificación, en el puesto 65.º del circuito libre, con un tiempo de 29 minutos y 6 segundos.

“Lo hicimos todos mucho más lento que el año pasado, con el viento en contra, los zapatos pesando un quintal, el granizo tapándote los ojos... Fue horrible y no vuelvo a hacerlo así en mi vida. Faltaba además el calor de la gente por la calle la Cámara, el picarte con otros corredores... A ver si el año que viene puede ser normal”, apunta la deportista avilesina.

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