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Natxo Lezkano, entrenador del Liberbank Oviedo Baloncesto: “Sienta bien lograr el objetivo porque en verano estuvimos muy nerviosos”

“Son las peores condiciones en las que he entrenado de largo; el pabellón es para este club un muro que le va a impedir progresar”, dice el técnico vasco del OCB

Natxo Lezkano, en el polideportivo de Pumarín tras un entrenamiento del Liberbank Oviedo Baloncesto Miki López

El Liberbank Oviedo logró el domingo tras derrotar al Cáceres (98-67) el objetivo que se había marcado: la permanencia en la LEB Oro en una de sus temporadas más difíciles por un grave recorte presupuestario. Uno de los principales artífices del logro ha sido su entrenador, Natxo Lezkano (Portugalete, Vizcaya, 1972).

–El objetivo está cumplido a tres jornadas del final. ¿Cómo están viviendo este éxito?

–Es el momento que todo el mundo persigue cuando empieza la temporada. Es muy pronto, pero está bien que pasen estas cosas, y cumplir objetivos nos posibilita estar tranquilos. El descenso no es una amenaza y nos permite mirar a objetivos más ambiciosos.

–Es bastante crítico con el sistema de competición.

–No me gusta nada, somos 19 equipos, me gustaría jugar contra todos y nos vamos a quedar sin medirnos a algunos. Es injusto, no sé si es más fuerte un grupo u otro, pero puede serlo. A día de hoy hay partidos que no tienen ninguna trascendencia y es muy pronto para eso. La Liga es muy buena, con muy buenos equipos, jugadores, entrenadores, con un nivel de arbitraje que está bien, y el sistema de competición es horrible, no entiendo que seamos nosotros mismos los que devaluemos nuestra competición. El sistema de competición y las estadísticas están estropeando la LEB Oro.

Natxo Lezkano durante el Liberbank Oviedo Baloncesto-Cáceres Miki López

–¿Qué está pasando con las estadísticas?

–Las estadísticas ahora mismo no valen para nada prácticamente, es una herramienta muy útil y al ser erróneas pueden confundirte.

–¿Sabe mejor este éxito por cómo fue la construcción del equipo tras el recorte de presupuesto?

–No pienso en eso. Una vez que supimos el presupuesto que teníamos, trajimos a los jugadores que nos gustaron, no hemos traído a nadie que no nos gustara. El proceso ha sido el que ha sido y ya está. Sienta bien lograr el objetivo porque, dadas las circunstancias, hemos estado muy nerviosos todo el verano. Prácticamente no hemos podido optar a ningún jugador que tuviera experiencia en la categoría, que para mí era fundamental, y hemos visto cómo uno tras otro los jugadores nos han ido diciendo que no, que no y que no. Hemos podido tener a Arteaga y a Saúl Blanco, con más experiencia, y nos han ayudado mucho, pero el resto son nuevos.

–¿Llegaron a temer si podrían completar la plantilla?

–Jugadores siempre hay, lo que hay que hacer es rebuscar más e intentar convencerlos, hay jugadores que nos ha costado mucho convencer y otros que teníamos que elegir. Para muchos es su primera experiencia profesional y no tienen cincuenta ofertas. En esas circunstancias el dinero para ellos es menos importante que la oportunidad, y eso es lo que hemos aprovechado.

Natxo Lezkano durante un entrenamiento del Liberbank Oviedo Baloncesto Luisma Murias

–Al equipo se le ve alegre en los partidos y entrenando. ¿Ese ambiente está ayudando?

–Hay que destacar eso. Oliver Arteaga ya sabe lo que hay, Saúl lo puede saber también, pero esta gente viene de jugar en unas instalaciones maravillosas, delante de muchísimo público, con muy buenos materiales y demás, y, de repente, llegan a un sitio en el que en la pista hace frío, hay que poner las canastas, entrenamos a unos horarios malos y es su primera experiencia profesional. Es un choque con la realidad, pero lo han asimilado bien y transmiten buen rollo.

–Se habla mucho de la dificultad para hacer la plantilla, pero menos de lo difícil que fue ponerse en marcha. ¿Qué ha sido peor?

–Peor eso que el hecho del presupuesto. La preparación tiene que ser buena y cosas como que no tengas balones, equipaciones o la estructura necesaria para entrenar no pueden pasar y no nos ha pasado porque el club funciona bien. Lo que sí es verdad es que el tema del pabellón es preocupante, para este club es un auténtico muro que le va a impedir progresar. El hecho de disponer de una pista en la que tengas unos horarios, no digo que sea una pista solo para ti, que sería lo ideal, pero al menos unos horarios que sean compatibles con una vida profesional; nosotros nos dedicamos a esto, necesitamos tener horas suficientes para poder entrenar y un horario bueno durante el día. A las 9 de la mañana el cuerpo no está preparado para ponerlo al cien por cien. Tenemos horarios muy malos para la práctica deportiva profesional.

–¿Son las peores condiciones en las que ha entrenado?

–Sí, sí, sin duda, de largo.

–¿Hasta dónde podría llegar el club en otras condiciones?

–No lo sé, lo que está claro es que con esto así no se puede mejorar, hay un techo y ya lo hemos tocado. Es muy frustrante, no tanto para mí, que soy un recién llegado, pero sí para la gente que lleva mucho tiempo y que tiene ganas de crecer. Si se da la circunstancia de que la gente se conforma, bueno, pues ya está, pero no es el caso. Oviedo es una ciudad lo suficientemente importante como para tener más ambición y tener un equipo de baloncesto en la élite.

–¿Será un problema mantener la ambición del equipo después de cumplir el objetivo?

–Espero que no. Esto es una apuesta personal de los jugadores para labrarse un futuro, desde luego que los más veteranos son gente ambiciosa y los jóvenes tienen que serlo porque su futuro va a depender de lo que vayan haciendo. Si ahora nos quedamos en un segundo plano y nos conformáramos, pues perderían todo el valor. El objetivo de cada uno de ellos debe ser que el equipo quede lo más arriba posible para tener esa visibilidad. Esta semana se está hablando mucho de nosotros, pero dentro de dos se puede hablar de nosotros como un fiasco.

Massine Fall, refuerzo interior del OCB

El Liberbank Oviedo Baloncesto se hizo ayer con los servicios del pívot senegalés Massine Fall, de 28 años, que llega procedente del Ourense, club del que ayer mismo se desvinculó. Fall, de 2,08 de estatura, ha pasado por varios equipos de la LEB Oro, como el Melilla, el Lleida y el Breogán. Al OCB llega para reforzar el juego interior de cara a la recta final de esta primera fase y a la segunda, en la que el club tratará de meterse en los play-off de acenso a la ACB. En la posición de Fall, el OCB cuenta en estos momentos con Oliver Arteaga y Herve Kabasele, a los que ayudará también en los entrenamientos.

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