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Los deportistas asturianos que estarán en los Juegos Olímpicos | Hockey hierba

Tokio merecía la espera

María López da por bueno el aplazamiento y cree que la selección llega a los Juegos en el punto de madurez ideal

María López controla la bola en un partido con la selección española. | Efe

LA NUEVA ESPAÑA inicia hoy con María López una serie de reportajes sobre los asturianos que estarán en los Juegos de Tokio. López tiene muy presente que sus dos antecesores asturianos de hockey en los Juegos, Masángeles Rodríguez y Juan Fernández la Villa, se subieron al podio en su primera participación. Ella no pudo cumplir la tradición en Río de Janeiro y por eso desde 2016 su principal objetivo deportivo era volver. La pandemia lo impidió el año pasado, pero con el billete en el bolsillo siguió trabajando para competir a tope en Tokio. 

El octavo puesto de Río de Janeiro le supo a poco a María López, que en los años siguientes confirmó que las “Redsticks” iban a más: “La base de esta selección es la de 2013, con muchas jugadoras que llevamos juntas desde las categorías inferiores. En Río éramos novatas, nuestra primera experiencia a ese nivel. Fuimos como decimocuartas del ranking mundial y acabamos octavas, empatadas con Argentina, que es una superpotencia”. Dos años después, en 2018, empezaron a llegar los resultados con el bronce en el Campeonato del Mundo de Londres.

“Estábamos trabajando y compitiendo bien, pero necesitábamos algo tangible”, señala la gijonesa, que añade: “Con el bronce del Europeo, al año siguiente demostramos que no fue casualidad”. María López, que ejerce de capitana, destaca la importancia de esos metales: “Hasta ese momento teníamos cierto complejo de inferioridad. Jugábamos como nunca y perdíamos como siempre. Pero a partir de ahí empezamos a confiar en nosotras. Vimos que salvo Holanda, que está un peldaño por encima del resto, podíamos competir con cualquier selección”.

Pero López y sus compañeras sabían que el momento clave para ellas llegaría en octubre de 2019, con el Preolímpico. Se clasificaron, pero cuando ya todas miraban hacia Tokio llegó lo impensable: “El confinamiento fue muy duro porque nos pasamos cuatro años preparando los Juegos y cuando faltaban pocos meses nos dicen que se posponen. La selección estaba en una dinámica muy positiva y todo esto nos la rompió”. María tenía claro que esperaría un año más por los Juegos, pero una de sus compañeras, Cristina Guinea, tuvo que retirarse.

En aquellos meses de confinamiento en Gijón, María López se las ingenió para mantener el tono físico, pero sufrió las consecuencias del anonimato al que le condena un deporte solo visible cada cuatro años. En su primer día de ejercicio fuera de casa, fue interceptada por una patrulla de la Policía Local en el Muro tras ser denunciada por una persona que no la reconoció como deportista de alto nivel, con salvoconducto para entrenarse en exteriores.

La jugadora gijonesa se lo toma como una anécdota y señala que durante aquellos meses “no lo pasé tan mal porque no me pilló ningún caso de covid cerca. Además, así pude estar más tiempo con mi madre”. Sí reconoce que deportivamente “fue una pesadilla no saber qué iba a pasar. Y entrenar en casa sin medios. Tuve que hacer ejercicios con garrafas de agua y una escoba hasta que, al mes y medio, Iberdrola me proporcionó material”.

En agosto de 2020, cuando deberían haber estado en pleno torneo olímpico, María López y sus compañeras se pudieron juntar: “Volvimos a trabajar con todas las ganas, pensando que habría Juegos en 2021. Mucha gente me preguntaba que cómo mantenía la motivación. Tenía que entrenar a tope porque ese esfuerzo no lo haces por ninguna competición que no sean los Juegos Olímpicos”.

“Llegué a tener miedo a la suspensión”, reconoce López. “Con la cuarta ola sí que sufrí porque se veía todo muy negro. Pero en junio ya se veía que iban adelante, aunque no estaré tranquila del todo hasta que juegue el primer partido”. Ese momento llegará a las 2 de la mañana del domingo 25, frente a Australia. “Es un equipo muy físico, con jugadoras rápidas, habilidosas, un hockey muy vertical. En el Mundial les ganamos el partido por el tercer puesto”.

Confirmando que a España le tocó lo que María López llama el “grupo de la muerte”, el siguiente rival será Argentina (lunes 26), un hueso aunque ya no tenga a Luciana Aymar, considerada la Messi del hockey: “Tienen jugadoras muy técnicas y suelen estar en el podio de todas las competiciones”. A Nueva Zelanda (miércoles 28) la ve muy parecida a Australia. De China (jueves 29) destaca su fuerza. Y de Japón (sábado 31), que “se ha preparado de forma muy concienzuda”.

Pese a las dificultades, María López cree que España dará guerra: “La preparación ha sido mejor que la de Río. Pudimos jugar la Liga, compaginando con concentraciones en Valencia. Trabajamos con sol y humedad, condiciones que se asemejan a Tokio. También nos vino bien jugar contra la selección masculina”.

María López espera disfrutar de su segunda ceremonia inaugural: “Yo creo que nuestro seleccionador nos dejará porque sabe lo especial que es para nosotros. En Río, cuando estábamos en el túnel esperando para salir, me dije: ‘Aquí estoy, todo lo que he tenido que pasar ha merecido la pena’”.

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