El comienzo de la temporada ha pillado con el paso cambiado a los dos equipos asturianos de la Liga EBA de baloncesto, que todavía están en proceso de construcción. El Corinto Gijón Basket, con nuevo patrocinador y ansias de dar un salto en su estatus, tiene aún que incorporar a dos piezas llamadas a ser esenciales. Por su parte, el segundo equipo del Unicaja Banco Oviedo vuelve a categoría nacional con un equipo muy joven, sin apenas refuerzos con respecto al que consiguió el ascenso.
El Corinto será el primero en debutar, esta tarde a las 17 horas en el Palacio de los Deportes de Gijón ante el Obradoiro Silleda. El entrenador local, Fran Sánchez, explica: “Llegamos con solo 9 jugadores de la primera plantilla porque por problemas burocráticos aún no puede jugar Antonio Mendes, y todavía tenemos que hacer dos fichajes”.
El club busca un base y un pívot para completar la plantilla. Entre los hombres grandes todavía está cribando el mercado, mientras que en la dirección de juego ha llegado a un acuerdo con Dimitrios Agathangelidis, un sueco de ascendencia griega de 23 años y 1,85 que conoce la categoría, ya que jugó hace dos años en Cazorla.
El propio presidente del Gijón Basket, Iván Petrovich, comunicó a los socios que el objetivo es tratar de subir a LEB Plata, ambición que quedó reflejada en su campaña de socios, “Plata o plomo”. El camino no es sencillo: para participar en la fase de ascenso hay que quedar primero del subgrupo en el que están los asturianos o ganar la final a cuatro que disputarán los segundos y terceros de ambos subgrupos.
Fran Sánchez confía en estar en la pelea: “Cuando esté la plantilla al completo esperamos dar un salto de calidad. En estos momentos no vamos a estar en esa disposición, pero la intención es clara de luchar por ello. Para eso llevamos todo el verano trabajando”.
El Gijón Basket cuenta con los bases Sergio Arias e Iago Fernández, el escolta Carlos Suárez, los aleros Benjamin Janssens, Santiago Fernández y Miguel González, los ala-pívots Fernando Fernández Noval, Diego Sánchez y Antonio Pérez-Campoamor y el pívot Antonio Mendes.
Una de las dificultades que se ha encontrado el Corinto a la hora de confeccionar la plantilla es el ascenso del Unicaja Banco Oviedo B desde la categoría autonómica, que ha dejado sin efecto el convenio que preveía que los jóvenes jugadores del OCB se foguearan en la EBA en Gijón.
El filial ovetense afronta un reto ilusionante, el de seguir progresando en la evolución de los chicos, y a la vez complicado: tratar de evitar las seis plazas de descenso. Con los únicos refuerzos de Nacho Arribas, Gonzalo Huerta y Roberto Cubero, el propio entrenador, Agustín Munárriz, es consciente del desafío: “Ahora mismo estamos repartidos entre el EBA y el Oro, y necesitamos entrenar juntos, así que nos va a costar tomar la medida a la competición”.
Con un equipo muy joven, que prioriza ayudar a la primera plantilla y sin apenas gente en los puestos interiores, Munárriz prefiere ver una oportunidad donde otros vaticinarían una crisis. “Cometeremos muchos errores en una Liga donde hay ya gente que lleva muchos años jugando, pero la juventud también es nuestra virtud. Los jugadores irán progresando y para eso está hecho el equipo. A la gente alta cuesta encontrarla, intentaremos mejorar y crecer tácticamente para tapar esos agujeros”, apunta el entrenador.
La plantilla del Unicaja Banco Oviedo la componen los bases Nacho Arribas y Fernando Suárez, los escoltas Jaime del Nero y Lorenzo Meana, los aleros Mario Méndez, Gonzalo Huerta y Fran Sánchez, los ala-pívots Raúl Quirós y Pedro Ríos y el poste Roberto Cubero.
