Federico Wermbter (Buenos Aires, 28-12-1997) ha empezado con buen pie su trayectoria en Oviedo. En la primera jornada liguera, cuando el filial del Ademar se venía arriba en el polideportivo de Vallobín, jaleado desde la grada por los juveniles del club leonés que acudieron a la capital del Principado a disputar un torneo, Wermbter echó el cerrojo a la portería. Un par de intervenciones del argentino sacaron a sus compañeros y al público del letargo y sirvieron para sumar los primeros puntos de una temporada muy larga en la que el objetivo vuelve a ser el ascenso a División de Honor Plata. “Me sentí muy cómodo con la defensa, se hace fácil atajar cuando tienes dos referentes como Richi y Gonzalo Carou en los treses”, dice el guardameta, que quiere compartir méritos con sus compañeros.
Wermbter explica que los mencionados jugadores “ayudan mucho en los bloqueos y esa fue la clave de mi desempeño: al final ellos tuvieron que definir en lanzamientos de nueve metros y pude sacar dos bolas”.
El argentino es optimista de cara a una temporada en la que el club espera lograr el ansiado salto de categoría. Sobre todo, porque cree que a la buena plantilla que tiene el club se suma un buen técnico y mucho margen de mejora. “Todavía faltan algunos puntitos para entender dónde se mueve cada uno, predecir lo que va a hacer el otro. Es lo que nos hace falta, tiempo y muchos minutos juntos, porque hay incorporaciones en la primera línea y eso da trabajo para conjuntar. Falta tiempo, no calidad”, analiza el portero.
Sobre Ricardo Margareto, el entrenador encargado esta temporada de dirigir al equipo ovetense, Wermbter apunta que “desde el minuto uno puso las cosas muy claras. Le gusta currar mucho y analizar a los rivales y profundiza en el juego individual, es consciente de que tener fluidez es importante”.
Cumplir las expectativas
Durante las últimas temporadas, el Unión Financiera Base tiene que cargar con el peso del favoritismo que le otorga su presupuesto y la profesionalidad en el trabajo. Federico Wermbter cree que eso no será un obstáculo: “Tenemos plantilla y estamos haciendo las cosas para cumplir con las expectativas, aunque puede ser un punto en contra el hecho de ser favorito porque es al que todos quieren ganar”.
Sí percibe algo más de peligro en el sistema de competición, que hace que el ascenso se juegue en unos pocos encuentros después de una liga regular larga. “Serán dos o tres equipos nuevos, a los que no te has enfrentado, y además en el mismo nivel que vos, pero es lo miso para todos. En los entrenamientos competimos entre nosotros para estar bien preparados”.
