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Asturias toca metal: Adrián González y Noa Fernández brillan en el Campeonato de España de Madrid

Adrián González (Avilés), plata, y Noa Fernández (Gandoy), bronce, brillan en el Campeonato de España de Madrid

El equipo asturiano junior. Por la izquierda, Hugo González, Noa Fernández, Zoe González, Adrián González, Melania Souto, Elisa Fernández, Pablo Menéndez, Alba Barreiro, Mateo Solís, Rodrigo Burgos, Borja Tamargo y el seleccionador, Alejandro González. | FJDAPA

La categoría junior suele marcar el comienzo de las dificultades para que Asturias logre medallas en el Campeonato de España de judo. Es la edad en la que las comunidades con mayor potencial suelen poner en liza a sus deportistas más hechos, muchos de ellos con raíces en los países del Este de Europa, donde la disciplina tiene mucha más tradición. Por eso tiene especial valor lo que consiguieron el fin de semana en Madrid Adrián González, del Judo Avilés, y Noa Fernández, del Gandoy gijonés.

Adrián González y Noa Fernández, con sus medallas. | FJDAPA

El avilesino, que competía en más de 100 kilos, conquistó la medalla de plata, siendo derrotado únicamente por Davit Kevlishvili, un hombre que ya da guerra en seniors. Por su parte, Noa Fernández se hizo con el bronce en -78 kilos. Asturias logró otros buenos resultados en la cita madrileña. Así, Elisa Fernández y Melania Souto fueron quintas en -63 y -70 kilos respectivamente, y Borja Tamargo y Alba Barreiro, séptimos en -66 y -63 kilos.

A Adrián González, de 19 años, la plata le supo a gloria. Sobre todo porque tenía todavía muy fresca su pobre actuación en el sector. Algo desconcentrado por el hecho de tener asegurado su pase a la fase final, el componente del Judo Avilés perdió ante un rival inferior y en un visto y no visto, en menos de un minuto. “Llegué sin muchas ilusiones porque hice un sector desastroso”, confiesa Adrián, que ahora luce una gran sonrisa y una medalla al cuello.

En Madrid la cosa cambió, en mentalidad y en resultados. “Fui relajado, que es uno de los factores que llevábamos muy preparados, el no ir acelerado”, apunta el judoka. Tras un primer cruce solventado con facilidad ante el catalán Marc Escrivá, con un trabajo de suelo de diez, le tocó en suerte el madrileño Marcos Sánchez, al que derrotó gracias al trabajo de agarres y a su buena posición. El combate clave le enfrentó a otro catalán, Pau Muñoz, medallista del año pasado. “Era más fuerte, plantó más cara. Yo fui con calma y buscando el momento”, subraya Adrián, que mostró un gran agarre ante un zurdo y una estupenda posición. Una acción técnica que acabó en el suelo más una inmovilización le dieron el pase a la final. En ella poco pudo hacer ante la diferencia de peso con Kevlishvili (160 kilos). “Ahora, a seguir entrenando y mejorando en los entrenamientos”, dice el avilesino, optimista.

Noa Fernández, que cumplió 19 años el mes pasado, también tenía sus dudas de cara al segundo combate, donde le esperaba la subcampeona de España del año pasado, más alta que ella y con un par de kilos más. “La gané en una contra hacia atrás que puntuó como ippon después de cuatro minutos y una técnica de oro”, describe la judoka gijonesa. Perder la semifinal fue decepcionante porque se veía con posibilidades, pero “me cogió de izquierda y me pilló de improviso”, admite.

Sin tiempo para pensárselo mucho llegó el combate por el bronce y Noa se sacó la espina, alcanzando la medalla en apenas 40 segundos. “Esto es un antes y un después porque estuve muchos años quedándome a las puertas del bronce. Esto te mete en las listas de los equipos nacionales”, apunta ilusionada la deportista gijonesa.

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