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Beatriz Álvarez Mesa | Presidenta de la Liga Profesional de Fútbol Femenino (LPFF)

Beatriz Álvarez Mesa, presidenta de la Liga: "Somos profesionales, pero no tenemos lingotes de oro para repartir"

"Se está faltando el respeto al fútbol femenino, nuestra Liga ha pasado de ser una apuesta de país a ser la vergüenza del país"

Beatri Álvarez Mesa. | Juan Aguado

La asturiana Beatriz Álvarez Mesa (Oviedo, 1982) lleva cuatro meses como presidenta de la recién creada Liga Profesional de Fútbol Femenino, la Liga F, y ya ha tenido que hacer frente a una crisis de las gordas: la huelga de las árbitras, que exigen mejores condiciones económicas y que han aplazado el inicio de la competición. Álvarez, exjugadora y expresidenta del Oviedo Femenino, que dejó la dirección general de Deporte del Principado por su nuevo puesto, se encuentra en Madrid negociando con el estamento arbitral y atiende a LA NUEVA ESPAÑA para valorar el conflicto abierto con las jueces del deporte rey.

-¿Qué hace la presidenta de la Liga de fútbol profesional femenina?

-El Gobierno de España ha hecho una apuesta por una liga de fútbol profesional con el objetivo de que sea independiente y se pueda monetizar la competición. Se aprobaron los estatutos, se inició un proceso electoral y los clubes eligieron. Es en ese momento, cuando se convoca, conseguí todos los avales para convertirme en la primera presidenta.

-¿Le pilló por sorpresa?

-No me lo esperaba, llevaba tres años en la dirección general de Deportes y me había desvinculado del fútbol. Cuando los clubes me lo dijeron me pilló a contrapié por la parte profesional y también por la personal, ya que estaba embarazada. Tomar la decisión de aceptar fue difícil, pero mi marido, Ángel, fue imprescindible. Me dijo: “Si esta oportunidad me hubiese llegado a mí, ¿te lo plantearías?”.

-¿Qué le dijo el presidente Barbón cuando se fue?

-El Principado me dio su apoyo total, tanto la consejera, como el Presidente. Vieron mi ilusión y supieron que, para mí, profesionalmente, era una gran oportunidad.

-¿Qué se ha encontrado en estos primeros meses?

-Nos marcamos unos objetivos claros. Partimos de cero, sin estructura, ni sede, ni nada y necesitábamos una identidad propia. De momento, logramos arreglar los derechos comerciales y audiovisuales, porque llevábamos tres años sin televisión y eso supone invisibilidad. Todo lo que dependía de nosotros lo hemos cumplido, y todo aquello en lo que necesitábamos a la Federación, ha sido más complejo.

-¿Qué está pasando con las árbitras?

-En el conflicto que tenemos encima de la mesa partíamos todos de una premisa común: las árbitras son un estamento más del fútbol y si su categoría es profesional deben mejorar sus condiciones. Lo que ocurre es que partimos de polos opuestos porque ellsa parten de la comparación con el fútbol masculino y, aunque el objetivo es ingresar lo mismo, la realidad es otra. Estamos en otra dimensión. El fútbol femenino y cualquier otro deporte está muy lejos en cifras económicas del masculino.

-¿Y por qué no se ha solucionado el problema?

-En un primer momento, el CSD decide que nosotros arreglemos el conflicto, sin intervenir. Yo me sentí decepcionada, porque no haber disputado la primera jornada de Liga estando en plena negociación me parecía una falta de respeto y una irresponsabilidad. El lunes ya intervino el CSD y tuvimos varias reuniones con la Federación (la parte que defiende los intereses de las árbitras).

-¿En qué punto del conflicto están ahora?

-El CSD va proponiendo propuestas de consenso. Nosotros hemos hecho un gran esfuerzo y tenemos que tener una solución sostenible. Ayer el CSD nos pasó una propuesta y la tratamos de estudiar, pero la Federación y el estamento arbitral no estaban de acuerdo.

-¿Cuál es el siguiente paso?

-Intentamos hacer pedagogía. Nosotros pagamos una prestación por un servicio. La última propuesta incluía 1.650 euros por partido para la árbitra principal y 850 para las líneas, cuadruplicando lo que tenían el año pasado. Que la Liga sea ahora profesional no significa que tengamos lingotes de oro para repartir. Tenemos un contexto y no podemos ir a la comparación continua. Si no, Alexia Putellas debería cobrar lo mismo que Messi.

-¿Es optimista?

-Quiero serlo, pero a día de hoy no hay acuerdo. Nosotros no podemos permitirnos irnos a más y la propuesta, que es del CSD, es de máximos. No creo que por la otra parte haya acercamientos. Si nadie cede…La Federación, que es la interlocutora de las árbitras, es la que se muestra lejos. El martes salí del CSD con la propuesta y quedamos en hacer números por ambas partes y por la noche la respuesta es que no están dispuestas a aceptar. Soy pesimista. Veremos que pasa esta semana.

-¿Le preocupa la imagen que se da le la Liga?

-Esta Liga fue el sueño de mucha gente y ha pasado de ser una apuesta del país a ser la vergüenza del país. Se ha faltado el respeto al fútbol femenino. A 48 horas del inicio de la competición las árbitras se plantan y dicen que no van a arbitrar…

-¿Qué piensan los clubes?

-Los tienen muy claro y yo le doy la voz a ellos. La realidad que están planteando las árbitras no se corresponde con la realidad. La Liga de fútbol masculina genera 2.400 millones de euros por derechos de televisión y nosotros hemos cerrado el acuerdo por 7 millones para las próximas cinco temporadas. La proporción es evidente.

-¿Cómo valora la llegada de Pachuca y Orlegi al Oviedo y al Sporting?

-Son grupos empresariales que apuestan por el fútbol femenino y esperemos que suponga un impulso y que pronto podamos verles en la máxima categoría. No me quiero olvidar de Diego Baeza, que también está haciendo una gran labor en el Avilés. 

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