0-1: Nino relanza al Marino

Un golazo del centrocampista nada más entrar hace justicia en Palencia y acaba con la mala racha luanquina

Dailos trata de despejar el balón. | Área 11

Dailos trata de despejar el balón. | Área 11

Área 11

Un solitario golazo de Nino nada más saltar al terreno de juego y a diez minutos para el final dio la victoria al Marino en un partido muy disputado e igualado, de pocas ocasiones. El Cristo, muy corajudo, no dejó resquicios en defensa a un voluntarioso pero inoperante equipo luanquín. Hasta que apareció Nino en el partido para dictar sentencia a los palentinos y dar a los asturianos un triunfo vital ante un rival directo en la lucha por alejarse de la zona de descenso.

El partido arrancó muy abierto, con ambos equipos intentándose hacer con el control del juego. Mucha intensidad entre los contendientes, que salieron a por todas desde el pitido inicial. La lucha por lograr hacerse con el dominio propició un gran desgaste físico el primer cuarto de hora, pero el choque adolecía de ocasiones claras. Los 22 protagonistas muy bien posicionados sobre el tapete de La Nueva Balastera no dejaban grietas defensivas por donde pudiera entrar uno u otro equipo.

Con el correr de los minutos los pupilos de Manel empezaron a monopolizar la posesión del juego, pero sin saber traducir ese dominio en peligro. El Marino intentaba internar por banda para conectar algún centro lateral que encontrase a Cárcaba, pero un Abel Pascual muy sólido se anticipaba a todos los duelos del ariete con solvencia. Así hasta el tramo final del primer acto, en el que los visitantes acabaron encerrando al Palencia Cristo Atlético en su propio campo. Los palentinos se defendían como gato panza arriba, pero sin concesiones. La resistencia morada aguantó hasta el final del primer acto. A los capitalinos no les importó en el tramo final ceder la pelota y esperar su oportunidad al contragolpe. Pero los arqueros Guille y Jure enfilaron el túnel de vestuarios sin apenas trabajo. Muy serio el Marino en la primera parte, en la que se defendió teniendo la pelota. Con el 0-0 se llegó al tiempo de asueto después de una primera parte en la que cada equipo dejó su seña de identidad sobre el campo.

Tras la reanudación el partido siguió por los mismos derroteros y Chuchi Jorqués introdujo permutas a los pocos minutos en pos de cambiar la dinámica y el planteamiento inicial del partido. El Cristo buscó en punta de lanza a un nueve puro como Adri Herrera, que además podía dar movilidad en el contragolpe. Por su parte, Manel tardó más en mover el banquillo, contento con lo que estaba viendo sobre el tapete palentino. No obstante, hasta el minuto 69 no hizo el primer cambio para dar entrada a Vanderson en lugar Cárcaba, que en la tarde de ayer perdió casi todos los duelos con la zaga a pesar de no cejar en el empeño el tiempo que estuvo sobre el césped. La persistencia del conjunto asturiano dio sus frutos en los estertores de la contienda. Corría el minuto 80 cuando Nino, desde el borde del área grande, inventó un golpeo de bella factura muy ajustado al palo derecho del arco de Guillermo, imparable para el palentino. El meta, a pesar del esfuerzo en su estirada, no pudo hacer nada por abortar un tanto que llegó en un disparo con precisión de cirujano. El tanto llegó tan solo cuatro minutos después de que el protagonista del partido hubiese saltado al terreno de juego. El tanto a la postre resultó decisivo. Jarro de agua fría para un Cristo que se quedó sin capacidad de reacción y que, a pesar de tratarse de una desventaja mínima, no inquietó a Marinovich.

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