2-0: El Avilés vuela hacia el play-off

Los blanquiazules vuelven a hacerse fuertes en casa y se afianzan en el segundo puesto tras vencer a un rival directo como el Compostela con goles de Natalio y Primo

Natalio celebra su gol, acompañado por Pablo Espina. | Mara Villamuza

Natalio celebra su gol, acompañado por Pablo Espina. | Mara Villamuza

Jorge Valverde

El 2-0 es el resultado al que el Real Avilés ha decidido abonarse esta temporada. Entre Copa y Liga, ya es la séptima vez que lo celebra y, el de ayer, con más razón, pues el margen para tratar de dar el salto sigue ampliándose.

La autoflagelación no es, precisamente, característica de la Semana Santa santiaguesa, pero el Compostela la ha practicado sobradamente en lo poco que llevamos de primavera, veinte días en los que, arrancando desde la discutida destitución de Fabiano Soares, ha acumulado más entrenadores (3) que puntos (1) y goles (2). No es que haya puesto su plaza promocional a la venta del mejor postor, sino que casi la está regalando. Así pues, este solvente Real Avilés, al que tampoco le hacen falta las zozobras de los rivales, no iba a despreciar la coyuntura.

Emilio Cañedo, poco dado a los cambios, más aún cuando las cosas funcionan, introdujo la alternativa de Pablo Espina por Miquel Alorda, desplazando más cerca de la banda diestra a Jorge Fernández, pieza siempre dispuesta a las reubicaciones. En la primera parte, los blanquiazules solo se vieron enredados en el tramo de un minuto, entre el 18 y el 19, escueto, pero suficiente para comprobar las dificultades en el contrarresto del balón parado. Primero, Juanma Parapar, desde el vértice del área, mostró su zurda en un golpe franco que Davo Armengol, atentísimo, desvió a córner. A la salida del mismo, Pablo Antas, de cabeza, rozaba el gol, lo mismo que el inmediato golpeo de Jordan Domínguez, por raso y con el exterior del pie derecho.

Fue un minuto eterno, pero lo más imprevisible del fútbol apareció sin solución de continuidad. La acometida de Javi Fontán daba paso a la porfía, sobre la línea de fondo, de Primo Conde, cuya acción, clavada a la del penalti que provocaba en Luanco, esta vez desembocaba en asistencia para el remate inapelable de Natalio, que ya está a un gol de igualar los 9 de la pasada Liga. A partir de entonces, con dos avisos más de Jorge Fernández y Primo, este tras otra gran iniciativa de Javi Fontán, en los minutos 21 y 24, respectivamente, al Compostela se le acrecentaron los problemas para iniciar las transiciones. La favorable situación provocó que los avilesinos no se vieran en la excesiva necesidad de circular y combinar en la zona ancha; ahí, la salvaguarda de Edu Cortina crece con el paso de las jornadas.

Los ataques se mostraron activos nada más iniciarse la segunda parte. Al amenazante testarazo de Juanma Parapar, en el minuto 48, le siguió otra asociación entre Primo Conde y Natalio que Javi Jiménez neutralizó de forma milagrosa, pero el veterano guardameta del Compostela ya nada pudo hacer ante la enésima embestida de Primo. Un balón que Riki Mangana no quería enviarle fue recogido por el delantero cántabro, que ganaba la línea de fondo para marcar de modo inverosímil, prácticamente sin ángulo. En la siguiente jugada, Darío Germil, tan inactivo como matador estuvo en el partido de la primera vuelta, desperdició la gran ocasión de acortar distancias. De alguna manera, el joven ariete contradecía las palabras de Juan Carlos Andrés, nuevo míster compostelanista, que en la previa promulgaba una llamativa reciprocidad: quien lleva la iniciativa tiene más posibilidades de cometer errores.

Si al Real Avilés le faltó algo, fue igualar un average que se antojaba imposible tras el 4-0 de Santiago, pero las ocasiones de Isi Ros, Javi Fontán y Natalio hasta lo hicieron presagiar. Es muy probable que no vaya a ser necesario, pues el originalmente denominado Campus Stellae parece dispuesto a descolgarse.

"Fue un partido para igualar el goal-average"

El técnico del Avilés lucía su satisfacción a la conclusión de un partdido "controlado totalmente excepto en el inicio. Nos costó un poquito entrar, ajustar algunos detalles, pero a partir del minuto 15 tuvimos el partido totalmente controlado, prácticamente el Compos jugó donde queríamos que jugase para apretarle y tratar de robar". También reconoció el entrenador blanquiazul una pizca de fortuna, la de "acertar en los momentos claves, casi cuando mejor estaban ellos en la primera y en el inicio de la segunda; esos goles nos ayudaron a gestionar y luego tuvimos oportunidades para haber igualado el goal-average".

Suscríbete para seguir leyendo