Mikel Arzalluz, delantero del Langreo: "Casi no me creo el empate ante el Bergantiños, fue todo a la heroica"

"No tengo otra cosa en la cabeza que no sea conseguir la permanencia"

"Casi no me creo el empate ante el Bergantiños, fue todo a la heroica"

"Casi no me creo el empate ante el Bergantiños, fue todo a la heroica" / Noé Menéndez

Noé Menéndez

Noé Menéndez

El final del último duelo del Langreo fue una auténtica locura. En el minuto 80 todo el mundo daba por segura la derrota de los azulgranas, que iban perdiendo por cuatro goles a uno contra el Bergantiños en el Carballo. Pero, para sorpresa de todo el mundo, incluidos los pupilos de Javi Vázquez, el encuentro terminó con un empate a cuatro. "Solo lo puedo definir como un partido loco, no se me ocurren más palabras", confiesa Mikel Arzalluz, delantero del club langreano y parte fundamental del milagro en Orense. Sus dos goles, uno en el 80 y otro en el 90, de penalti, fueron clave para el resurgir del Langreo.

"Empezamos encajando un gol en el primer minuto, eso nos condicionó mucho", recuerda el delantero guipuzcoano, que junto a sus compañeros tuvo que cambiar el plan de partido y activar el modo remontada. "Desde ese momento tuvimos que ir a remolque. Encima, cuando empezamos a centrarnos, sufrimos el segundo tanto en contra", lamenta el atacante. Pero, a pesar de ponerse con dos tantos de desventaja, el Langreo siguió peleando por hacerse con los tres puntos. "Nos costó, pero conseguimos empezar a realizar nuestro juego. Gracias al tanto de Chus nos pusimos 2-1 antes del descanso", señala.

Pero a pesar de irse con mejores sensaciones a los vestuarios, la realidad volvió a golpear al Langreo. Tras otros dos tantos del Bergantiños, el marcador reflejaba un 4-1. "El cuarto gol nos dejó medio K.O.", confiesa Arzalluz. Pero en vez de lamentarse, los azulgranas hicieron de tripas corazón para darle la vuelta a la situación. "Había que sacar el partido adelante como fuese", apunta el delantero. La clave estuvo en conseguir volver a jugar bajo su estilo. Tras dos dianas del vasco más una de Luis Sánchez, los langreanos consiguieron firmar el empate. "Ni te lo crees. Fue todo a la heroica", asegura.

Pero a pesar de la gesta, Arzalluz piensa con mente fría. "Al principio ves el partido y como nos llegamos a poner y firmar el empate. Pero no podemos estar contentos, porque el Bergantiños es el último clasificado", comenta el jugador, que a pesar de sus palabras prefiere quedarse con la parte positiva, ya que viendo el resto de la jornada "conseguimos recortar un poco". "A nivel personal estoy contento por ayudar al equipo, pero me quedo con un sabor de boca agridulce porque no sirvió para ganar", lamenta el guipuzcoano. Javi Vázquez, entrenador del Langreo, también mostró ayer durante el entrenamiento su disconformidad con el resultado. "Después del partido no habló mucho, pero en el entrenamiento sí que nos dijo que no se podía empezar tan mal los partidos", señala el vasco, consciente de que llegar a ponerse 4-1 es "un golpe muy fuerte".

Ahora el objetivo de los langreanos es hacer bueno el punto cosechado en tierras gallegas en casa. Para ello deben tumbar a la Gimnástica de Torrelavega este sábado, y aunque es un rival sobre el papel superior, Arzalluz confía en sus posibilidades. "Jugamos en Ganzábal y eso nos da siempre fuerzas extra. Es un gusto ver a la afición animar, siempre están con nosotros. Hay que ganar sí o sí", afirma el delantero, totalmente convencido de que final de temporada los azulgranas van a terminar consiguiendo la salvación. "No tengo otra cosa en la cabeza que no sea la permanencia. Voy con ello a muerte. Todos vamos en casa entrenamiento a muerte para conseguirlo", sentencia.

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