Segunda Federación

El Avilés se desmelena: las claves del despegue blanquiazul

La goleada de los de Sánchez Murias contra el Coruxo constata la recuperación del equipo tras siete jornadas sin perder

Los jugadores del Avilés celebran un gol durante un partido de este curso.

Los jugadores del Avilés celebran un gol durante un partido de este curso. / David Cabo

Casi dos meses sin perder, a dos puntos del play-off y en una línea ascendente que culminó el pasado domingo en el mejor partido de la temporada, un 4-0 contra el Coruxo que más que una goleada fue la presentación de la candidatura a luchar por el ascenso. El Real Avilés Industrial, después de muchos meses de zozobra, ya está aquí. Los números no mienten: los blanquiazules han puntuado en sus últimos siete encuentros, en los que acumulan cuatro empates (Gimnástica de Torrelavega, Valladolid Promesas, Cayón y Guijuelo) y tres victorias (Racing Villalbés, Langreo y Coruxo).

En el momento de la destitución de Emilio Cañedo, el Avilés igualaba a puntos con el Coruxo, que marcaba entonces el descenso, y el play-off quedaba a unos lejanos siete puntos. Catorce fechas después, el panorama es mucho más halagüeño y la situación clasificatoria de los blanquiazules empieza a aproximarse a las expectativas que habían depositado afición y club en una temporada llamada a ser histórica.

Manolo Sánchez Murias ha comprendido que la recuperación pasaba por dotar de maleabilidad a un equipo permanentemente peleado con las áreas, frágil en la propia y en cambio inocuo en la contraria por más ocasiones que apilase. El Avilés agradece la permeable propuesta del nuevo técnico: desde su llegada, van diecinueve goles a favor por solo nueve en contra, en contraste con el bagaje de doce anotaciones y trece tantos en contra cuando se despidió a Cañedo.

El partido contra el Coruxo resultó tan espléndido que adquirió incluso un cariz histórico: desde que existe la Segunda Federación -implantada en el ejercicio 2021/22- el Avilés jamás había ganado por 4-0. No es casualidad que la tarde más feliz de la temporada viniese de la mano de otra notable actuación de dos recién llegados en el mercado de invierno: el desequilibrante Raúl Rojas, que repartió su segunda asistencia en tan solo seis partidos partiendo desde el extremo, y el solvente Íñigo Zubiri, cuya asociación con Julio Rodríguez en el centro de la defensa se prevé inamovible.

No solo brillaron los nuevos. Jugadores que venían disponiendo de menos minutos, como Davo Fernández e Iván Serrano, demostraron seguir enchufados en su regreso al once. No es baladí: la implicación de los menos habituales es síntoma de robustez colectiva.

Pero el nombre propio de la tarde fue Claudio. El delantero acabó de disipar las dudas en torno a su figura con un doblete que viene a refrendar su importancia en la prometedora marcha del Avilés: antes de su tarde de gloria contra el Coruxo, ya había marcado el gol de la victoria contra el Racing Villalbés y ejercido de asistente en el tanto del empate contra el Cayón. Claudio, como el resto de atacantes, es deudor del excelente momento de forma de Miguel Sierra, el hombre que le da sentido a todo en la ofensiva blanquiazul.

El exigente calendario inmediato va a servir de termómetro para calibrar la capacidad real del Avilés de colarse en la pelea por ascender a Primera Federación. En este mes de marzo, los muchachos de Sánchez Murias visitan al líder Pontevedra y reciben al Zamora, segundo y tercer clasificado. Además, juegan contra el Vetusta en el Suárez Puerta y cierran el mes en Bezana contra el Rayo Cantabria, otro rival de play-off.

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