Una radiografía de las instalaciones deportivas de Gijón: "Antiguas, saturadas y sin mantenimiento"

Un informe calcula que se necesitan más de 5 millones de euros para solucionar las deficiencias de los equipamientos municipales

EL PABELLON DE EL LLANO, CON CUBOS EN LA PISTA

EL PABELLON DE EL LLANO, CON CUBOS EN LA PISTA / LNE

J. J.

Las instalaciones deportivas municipales de Gijón son antiguas, están saturadas y durante mucho tiempo su mantenimiento ha sido mínimo o incluso inexistente. El resultado de todo ello lo están sufriendo los habituales usuarios, equipos o simples ciudadanos. Para tratar de poner coto a este deterioro, el Patronato Deportivo Municipal (PDM) elaboró hace meses un informe del estado de cada una de las instalaciones y las principales carencias a solucionar, algunas ya de carácter urgente. Poner todas las instalaciones al día requerirá de una inversión superior a los 5 millones de euros.

Lo que más preocupa es el estado de las cubiertas de prácticamente todas ellas. De hecho, las obras más inminentes serán la renovación de las de los pabellones de El Llano-Contrueces, la cancha auxiliar del Palacio de los Deportes y Mata Jove. Junto a ellos ya está en marcha el proceso de cambio de la iluminación del campo de fútbol de la Universidad Laboral.

La media de edad de los pabellones deportivos es de 27 años. El más antiguo es La Arena, que tiene 38, y el más moderno el de tiro con arco de La Camocha, con 12. En prácticamente todos están previstas obras de mejora para llevar a cabo a lo largo del presente mandato. En algunos de ellos ya se han subsanado deficiencias. Son los casos de la renovación de los vestuarios de La Arena, realizada el pasado año, o los cambios de las cubiertas del Palacio de los Deportes y el pabellón de Perchera-La Braña. El cambio de todas las cubiertas pendientes tiene un coste aproximado de 442.000 euros.

La misma media de años (27) la tienen las instalaciones descubiertas. En alguna de ellas se han realizado obras recientes: la renovación de pavimentos de las canchas de tenis de El Llano-Contrueces o las realizadas en los campos de rugby, fútbol y béisbol de la Universidad Laboral. Las siguientes serán el cambio del suelo del módulo cubierto de la pista de atletismo, así como la reparación de la cubierta de la grada nueva del hipódromo de Las Mestas. La renovación de pavimentos ya realizados y el coste estimado de los que convendría afrontar próximamente asciende a 870.000 euros.

Por su parte, las piscinas tienen una antigüedad media de 23 años. En la de El Llano se ha llevado a cabo recientemente la sustitución de la cubierta y lo que es más importante, porque es algo que afecta a la salud pública, del sistema de depuración. En este sentido también es urgente el cambio de la depuración de las de El Coto y Moreda, y a más largo plazo las de Gijón Sur y La Calzada. Cambiarlas todas supondrá una inversión superior a los 900.000 euros.

En el informe hay también un amplio capítulo de "varios" que con diferencia es el más elevado de todos ya que ronda los 3 millones de euros. En él figuran todo tipo de deficiencias: iluminación, cambio de gradas telescópicas, pistas de tenis en el complejo de La Calzada, cambio de canastas o porterías, arreglo de las pistas de skate, un túnel de bateo para béisbol, renovación de vestuarios, maquinaria para gimnasios, pintura o el aumento del aforo de Mata Jove, prometido al Telecable Gijón y cuyas obras el Ayuntamiento espera poder iniciar este mismo año. El cierre de la bolera de Contrueces o la construcción de un módulo exterior en La Tejerona son otras previsiones en ese apartado.

Si la situación en general de estas instalaciones deportivas no es la deseada, sería aún peor si no fuese por la labor del personal del Patronato Deportivo Municipal, trabajo para el que ante la falta de dinero muchas veces hubo que echar mano de la imaginación para solventar problemas a medida que van surgiendo. Soluciones más o menos "chapuceras" pero efectivas. Un ejemplo fue cuando se empezar a colocaron paraguas invertidos en la parte interior del techo del Palacio de los Deportes cuando se detectaba una gotera. El problema fue que lo que se pensó como una solución de emergencia se convirtió en permanente hasta el punto de que llegó a haber más de 60 paraguas antes de que se afrontara la renovación de la cubierta.

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