El futbolista asturiano que casi pierde la vida por una lesión empieza a ver el final de la pesadilla: "Lo más duro fue el dolor"

El jugador Juan Milans vuelve al campo del Nalón tras una dolencia que hizo temer por su vida: "Tenía ganas de ver fútbol y estar con mis compañeros"

El futbolista asturiano que casi pierde la vida por una lesión empieza a ver el final de la pesadilla: "Lo más duro fue el dolor"

El futbolista asturiano que casi pierde la vida por una lesión empieza a ver el final de la pesadilla: "Lo más duro fue el dolor" / J. M.

Antonio Lorca

Antonio Lorca

Juan Milans, lateral izquierdo del Nalón, se fue de un contrario en el partido que les enfrentaba al Grujoan el pasado 14 de enero, pero después el control se le fue largo y chocó con el portero rival. Los dos salieron lesionados del golpe, pero en el caso de Juan lo que en un principio parecía una rotura de la tibia de su pierna derecha, que además fue limpia, acabó convirtiéndose en una auténtica pesadilla, llegando a temerse por su vida, con riesgo de amputación y pasando por ocho operaciones, la última el pasado 3 de marzo. El problema fue que se rompió una artería, lo que le provocó un síndrome compartimental, lo que le fue provocando infecciones que le llevaron a estar en una situación límite.

Así fue el recibimiento de los compañeros en su visita al campo del Nalón.

Juan Milans empieza a ver el final de su pesadilla: "Lo más duro fue el dolor"

Juan Milans, en el centro, con muletas, con sus compañeros del Nalón de Olloniego / Nalón CF

Las cosas han ido poco a poco mejorando y el dolor va remitiendo. La recuperación está en marcha y el domingo pasado decidió ir a ver a sus compañeros del Nalón, equipo de Segunda Asturfútbol, en el partido que les enfrentaba con el Ribadesella. Fue, además, un día después de que cumpliera 20 años. El momento de su llegada al campo fue muy emotivo, le regalaron una camiseta del Nalón firmada por todos sus compañeros, otra de la selección española de 2010, cuando ganaron el Mundial, con el nombre de Capdevila, lateral izquierdo como él, y una taza. "Tenía ganas de volver a ver fútbol y de estar al lado del resto de mis compañeros", explica Milans, ovetense, que comenzó a jugar de pequeño en La Fresneda, siguió haciéndolo durante una época que estuvo viviendo en Canarias y a su regreso a Asturias pasó por clubes como el Juventud Estadio o el Grujoan antes de recalar en el Nalón de Olloniego.

Juan Milans empieza a ver el final de su pesadilla: "Lo más duro fue el dolor"

Juan Milans con Jaime Vázquez / J. M.

En total, Milans, que estudia Ingeniería de Datos en Gijón, ha pasado dos meses y una semana ingresado, la mayoría del tiempo en el HUCA, de donde salió el pasado 21 de marzo. Lo peor de todo ha sido "el dolor". "El dolor ha mejorado mucho, todavía tengo algún calambre, pero mucho menos", explica. El proceso ha tenido de todo. "Avanzaba, bajaba un poco, la cosa iba bien y tuve tres infecciones, me hicieron ocho intervenciones; al principio parecía una simple fractura, limpia, me dijeron que no había ni que operarla, pero todo lo que podía salir mal salió mal", relata.

Lo más duro de todo, insiste, fue el dolor: "Lo pasé muy mal, nada me lo quitaba, había momentos en que lo único que podían hacer era sedarme porque nada me lo quitaba, eran dolores neuropáticos, la única medicación que había tardaba un mes en hacer efecto y para que fuera más rápido me la doblaban". También fueron momentos críticos cuando le trasladaron del Centro Médico al HUCA. "Se temía por mi vida y por si podían salvar mi pierna", explica.

En estos momentos, Milans espera a que le asignen un fisioterapeuta en el HUCA, con el que tendrá tres sesiones a la semana, mientras empieza ya a hacer algunos ejercicios, como caminar un poco y otros de fuerza con la pierna sana: "Camino apoyando un poco la pierna, al haber estado tanto tiempo tumbado se me pone roja. Con la otra hago ejercicios de fuerza". Él no pierde la esperanza de volver algún día a jugar al fútbol.

Oviedista y madridista, Milans recibió durante su estancia hospitalaria las visitas del entrenador azul Luis Carrión, de Colombatto, y del juvenil Jaime Vázquez, que le llevó una camiseta con el número 35 con la que debutó en el primer equipo. Le llegaron vídeos, entre otros muchos, de Cazorla, de los exjugadores azules Diego Cervero y Saúl Berjon, e incluso del exfutbolista Salva Ballesta. "Las visitas me sorprendieron mucho, me cayeron muy bien, también recibí muchos vídeos", explica. En cuanto al Oviedo esta temporada es optimista: "Yo creo que llegamos al ascenso directo, estamos solo a cuatro puntos".

También está muy agradecido al Nalón, un club que considera "muy familiar". "He jugado en muchos equipos, pero el Nalón es un equipo de verdad, una familia, ahora están en play-off y creo que pueden subir a Primera Asturfútbol, ojalá sea así", dice. Su entrenador, el presidente y algunos compañeros también le visitaron durante su convalecencia, pero lo que él quería realmente era regresar al campo de Fumea-Lolo Rodríguez y sentir que la pesadilla empieza a acabar en el mismo lugar en el que comenzó.

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