Tras un paréntesis dedicado al estreno y posteriores proyecciones de mi último trabajo audiovisual, "Gijón... del alma", vuelvo a aportar mi modesta opinión en la columna que LA NUEVA ESPAÑA tiene la delicadeza de permitirme. Empezaré por dejar constancia de un par de novedades, que quizás hayan pasado desapercibidas para algunos lectores, y que entiendo tienen su aquél, por lo que en ellas se engloba.
Las declaraciones de los exbarcelonistas Cesc y Pedro, jugadores del Chelsea, alabando y elogiando, hasta llegar a la adulación, a su actual entrenador Mourinho, no dejan por menos que sorprendernos, después de las batallas repugnantes que ambos vivieron en su día cuando eran azulgranas, con el portugués. Nunca entenderemos a ciertos deportistas hablando a los medios sin tratar de medir sus palabras, y no entrar a posteriori en controversias, ya que es sabido que por bien que uno hable, si no piensa lo que va a decir, acabará diciendo alguna necedad.
Iker Casillas parece que tiene el don de estar siempre en candelero, bien sea por su discurrir deportivo, bien por sus andanzas diarias en otros órdenes. Ahora hemos sabido que se ha metido a representante de jugadores. Tras desligarse del Real Madrid, consiguiendo el cobro de la totalidad de su contrato, a lo que hay que sumar la recuperación de los derechos de imagen -los tenía cedidos al Madrid-, valorados en unos tres millones de euros de beneficio, y que ahora serán en su integridad para Iker. Pues bien, como en esto del dinero siempre va hacia quien mas tiene, ahora su empresa de representación, Casillas World S.L., será otra fuente de ingresos del portero. Pero se le ha presentado un inconveniente, según hemos sabido recientemente. Acaba de demandar a Bankia por la vía civil, al haber invertido 480.000 euros en acciones, y al parecer, tras la actual valoración, su capital ha quedado reducido a 1.395 euros. Basa su demanda en "incumplimiento de los deberes de información, transparencia y lealtad". Mal vemos este litigio para el de Móstoles, estando la participación en bolsa por medio, y además dentro del entorno, la entidad referida.
Sobre nuestro Real Sporting, solo una cuestión para empezar: impresionante trabajo y discurrir del equipo en la competición, pese a algunos reveses, propios de la categoría y nada alarmantes. No se le puede poner un pero al cometido de los jugadores en el campo. Y por ende, alabar el quehacer del equipo técnico, con un entrenador, que guste más o menos, realiza su trabajo con una meticulosidad digna de alabanza. Todos hemos oído hablar dentro del mundo del entrenador, de aquellos denominados "alineadores". No es el caso en Abelardo. El análisis que realiza partido a partido, sabiendo lo que en cada coyuntura precisa el equipo, es un estudio de una profesionalidad digna de ser resaltada. No se trata de las famosas rotaciones -nuestro equipo no se puede permitir eso-, se trata de alinear en cada momento al futbolista oportuno. Habilitar al jugador en el lugar idóneo para optimizar su rendimiento, es algo que se observa desde fuera con clarividencia. Un solo ejemplo: Álex Menéndez, jugador con una clase dentro de sí, todavía sin explotar al completo, con velocidad, una pierna izquierda magnífica y percepción del juego. Muchas veces malparado al ser alineado en la defensa, donde su rendimiento es más negativo, derivado de sus cualidades. Pero de medio campo hacia delante, es otro futbolista. Se transforma completamente. Y ese haber, anótenselo al entrenador.
Para terminar, una reflexión: la nefasta gestión de los dirigentes del club, que han llevado a la entidad al mayor desastre económico de toda su historia, al menos ha servido para la aparición y proyección de una serie de extraordinarios futbolistas canteranos -otro éxito del cuadro técnico-, que en estos momentos son el mayor activo de que se dispone. Esperemos que no sea dilapidado de igual forma.