Mañana se enfrentan dos equipos con trayectorias absolutamente opuestas esta temporada. A pesar del potencial con el que partía este año el Mallorca, así como el objetivo que se había marcado, no arrancó bien la liga, y tampoco su evolución ha sido buena. Lleva desde la tercera jornada coqueteando con los puestos de descenso y ahora parece haber encontrado un poco de estabilidad.
La llegada de un nuevo inversor americano, un nuevo entrenador de garantías (Fernando Vázquez), y un buen ramillete de fichajes en el mercado invernal con solvencia para la categoría, sobre todo en la línea de arriba, que era donde más carencias estaban teniendo, han cambiado la cara de este Mallorca, provocando una revolución y trayendo renovadas ilusiones.
El nuevo técnico ha imprimido mayor intensidad al equipo, apreciándose más agresividad y verticalidad en el juego. No obstante, los dos tropiezos recientes ante Bilbao Athletic y Numancia no les han permitido aún alejarse de la zona peligrosa, por lo que siguen jugando con una presión añadida, que, sobre todo en su estadio, se está dejando notar en algunas fases de los partidos.
La impresión es que a medida que los nuevos se vayan integrando y la mano del técnico empiece a hacer efecto, será un equipo que irá hacia arriba, si bien sería muy aventurado pensar que pueda subirse al vagón de cabeza. Además, como siempre decimos, primero hay que jugar y demostrar la valía en el campo.
Su juego venía adoleciendo de falta de orden, fruto de la precipitación, sobre todo cuando no tenían el balón. La ansiedad por recuperarlo rápido conducía a pérdidas de posición y desequilibrio entre líneas, favoreciendo que los rivales encontraran espacios y les hicieran daño. Esto acababa provocando una clara pérdida de confianza que se reflejaba en el rendimiento individual y colectivo. Los cambios han provocado ese nuevo impulso y la sensación de que ese descontrol que tenían en algunos tramos de los partidos lo están intentando resolver, convirtiéndose en un equipo difícil de batir. En su juego combinativo desde atrás procuran dar amplitud con la ayuda de un pivote a los centrales, aunque lo que más les está costando es ganar en profundidad, por lo que a veces buscan llegar rápido a campo rival con balones largos sobre sus hombres más adelantados y a partir de ahí tratar de resolver rápido las jugadas. En defensa inician la presión muy arriba, acompañando con todas sus líneas para impedir la progresión del rival, y eso sí, cuando roban son muy verticales.
Probablemente volverá a la portería tras cumplir su sanción el internacional sub 21 alemán Wellenreuther. En la línea defensiva recuperan al lateral izquierdo Oriol, manteniendo a Company en la derecha. Por el centro, la lesión de David Costas ha obligado a retrasar al joven ghanés de 20 años Kassim, y junto a él la experiencia de Aveldaño.
En el centro del campo Héctor Yuste es quien manda y da la pausa al juego. Jugador de corte defensivo, corpulento pero no exento de calidad y con experiencia en Primera. A su lado estará Sissoko, potente, con gran despliegue físico y con llegada al área, o en su defecto podría jugar el canterano Damiá, más técnico y posicional.
A partir de ahí, para ocupar los otros cuatro puestos -dos extremos y dos delanteros-, hay donde elegir. A priori Brandon, nueva perla de la entidad tras la marcha de Marco Asensio, ocupará la izquierda, y Salomao o Roigé la derecha. Todos ellos son jugadores con talento y rápidos.
En punta pueden darse varias posibilidades. Parece casi fija la presencia de Lago Júnior, que ya en la primera vuelta en el Mirandés demostró que esta está siendo su mejor temporada, jugador muy rápido y con gol. Para hacer tándem con él aparecen nombres como Ortuño, Óscar Díaz o el asturiano Adrián Colunga; como podemos ver, delanteros de gran nivel para la categoría.
También me gustaría destacar su eficacia en estrategia, con buenos lanzadores y rematadores con mucha presencia física en los córners. Esta temporada han conseguido varios goles así.