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José Luis Salinas

Ay, viejo amigo

Mossa pasará por méritos propios a la historia del oviedismo

A veces las grandes historias las protagonizan los personajes más inesperados. Y es que José María Angresola Jiménez, más conocido como Mossa, pasará a la historia del oviedismo. Lo hará por méritos propios después de haber hecho un partido excelso en ataque y también en defensa.

Pero como a los carbayones les gusta la épica y sufrir hasta el final, todo tenía que empezar a contracorriente. Como ya ha ocurrido en otros muchos partidos de la temporada. En un claro homenaje a uno de la casa, a uno de los nuestros, la defensa carbayona le puso a Jony un gol en bandeja. Bienvenido, de nuevo, viejo amigo. Una alfombra en el área en lo que se preveía que fuera un terreno lleno de barro. No fue así.

Ay, viejo amigo, esto ha cambiado mucho desde que te fuiste. Por aquel entonces el campo sí que no drenaba, cuando llovía era un verdadero patatal y no había casi recursos. Se vivía al día. No entraba casi dinero en la caja y la supervivencia era una cuestión de fe. Mereció la pena creer. Vaya que si lo mereció. Bueno, amigo, ya tiene usted su partido de homenaje. Con gol y victoria local. Todo impecable.

Ahora todo ha cambiado. La supervivencia está garantizada, y sólo faltaba que la pelotita entrara. Y entró. Vaya que si entró. Mossa picó dos veces. La primera en una gran combinación con Saúl, un jugador que es de otra categoría, y la segunda jaleado por una grada entregada a los de Anquela. Ni el debutante Fabbrini le quiso quitar una pizca de protagonismo fallando la última ocasión del partido.

Denle su mérito al entrenador. El jienense le ha imprimido un carácter único a este equipo. El que se necesitaba. El que se merecía esta afición. Y Forlín es su extensión en el campo. Un "kaiser" que cuando va al suelo el estadio tiembla. Confíen, en los de Anquela. Confíen mucho.

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