"Quisiera creer en Dios para darle las gracias, pero sólo creo en Billy Wilder", dijo Fernando Trueba cuando recogió el Oscar por su película "Belle Époque". Recurrí a esta anécdota cinéfila para responder a las muchas preguntas sobre los tres últimos fichajes del Sporting. Consumido por el escepticismo me limitaba a afirmar: "Yo, en el Olimpo sportinguista, sólo creo en Quini". Porque creer así de pronto en las tres nuevas incorporaciones de Torrecilla exige una fe que a día de hoy es difícil de sostener, pues la razón impone muchas dudas, tantas como fiascos cosechados en sus 28 fichajes en año y medio.
Pero el fútbol, como decía Churchill sobre la política, en ocasiones une a extraños compañeros en la cama. Y mientras yo me debatía entre la esperanza y el descreimiento, un buen amigo y a la vez rival, sólo es del Oviedo y del Zaragoza, nada más confirmarse los nuevos fichajes del Sporting me mandó unos mensajes que me permitió reproducir, recomponiendo las contracciones alfabéticas empleadas en internet.
-Dos buenos fichajes los del Sporting... (Al tercero no lo cita)
-¿Tú crees? ¿Cuáles?
-Ivi y Alex Alegría. Ivi me encanta, no sé por qué no triunfa en Primera, cada vez que jugó fízolo bien. Y Alex Alegría ye el delanteru centro grandón que me gusta porque incomoda, provoca segundes jugaes, va de cabeza...
-No sé, ya fueron tantos fracasos, que me parez raro lo que dices.
-Vais notar el cambiu. Por una vez Torrecilla fichó lo que vos facía falta.
-Que el dios del fútbol te oiga.
-Otra cosa ye por qué no acaben de romper nunca. Pero después de ver la demostración que está faciendo Víctor en el Zaragoza, cada vez tengo más claro que son muy pocos los entrenadores capaces de sacar lo mejor de sus jugadores. Y paezme que Jose Alberto pué ser unu dellos.
No dudo de la buena intención de mi amigo, aunque alguien podría pensar que sus palabras no son más que una manera de despistar al adversario futbolístico. El primer partido, lo poco que se vio, puede ser tan prometedor como lo fue el inicio de esta temporada. Pero en el fútbol lo importante es cómo se acaba.
El club, tras la victoria ante el Extremadura, difundió un vídeo del vestuario. Se oyen voces de ánimo al goleador: "¡Buena Djuka, buena...!"; y otra que habría que insitucionalizar como mantra hasta final de temporada: "¡Vamos pa arriba ya, hostia!".
Ya veremos si las nuevas incorporaciones, como los sportinguistas desean, son los jugadores necesarios para elevar al equipo o se convierten en nuevos cromos del álbum de Torrecilla. Quini era, por encima de todo, una espléndida persona y un gran optimista. Y yo sólo creo en Quini.