Suele decirse que los partidos en Segunda se ganan desde el balón parado y el dominio de las transiciones. La Ponferradina detuvo la reacción del Sporting a partir de esta máxima. Al mayor índice de recuperación por minuto de los bercianos (0,35 frente a 0,33) hubo que añadir el porcentaje de duelos ganados (56% contra 43%). En números, el dato más significativo estuvo en detalles como la intensidad en el pressing: 10,3 contra 6,1. Casi el doble.
Al Sporting hay que reconocerle el paso adelante dado con el balón, algo que viene reflejado en los números. Los rojiblancos tuvieron un 58% de posesión; mayor porcentaje de precisión en pase (76% contra 66%) y mayor duración de tiempo en las posesiones (24:22 por 17:48 minutos). El orden, sin embargo, no es sinónimo de efectividad. En esa falta de control para dominar las transiciones se les fueron los tres puntos a los rojiblancos. Ahí aparece otro dato a favor de la Ponferradina, como el del número total de acciones ofensivas generadas: 53._De ellas, 7 acabaron con remate, incluido el gol que decidió el encuentro. El Sporting dispuso de 35. De ellas, 6 acabadas en algún tipo de remate. Los bercianos, por tanto, remataron tan solo una vez más. Otro detalle tan mínimo como decisivo. Es llamativo encontrar, a nivel individual, que el número de tiros y remates de Kaxe contra la portería de Mariño, tan solo uno, finalizó en gol. 100% de efectividad.