Hay que quitarse de una vez por todas ese sambenito que dice que el Oviedo es un "resucitamuertos". Se lo voy a poner más fácil ¿Saben cuánto tiempo llevaba sin marcar RDT (Raúl de Tomás) antes de pisar el frío (y ahora además vacío) Tartiere? Desde febrero ¿Recuerdan febrero, cuando la vida era normal? Pues eso. Dos regalos y otra vez. Otra vez el sambenito de ser unas almas caritativas con los que lo pasan mal (y esta vez, para más inri, por seguir con el símil eclesiástico, con los más ricos). Como si en eso del fútbol existiera algo parecido a la caridad. Y ahora, encima, viene el Albacete, un equipo que en la jornada cuatro, sí la cuatro, está al borde de un ataque de nervios y es claro colista y, por el momento (porque esta división da muchas vueltas), candidato a estar ahí abajo durante mucho tiempo.
Es la ocasión idónea para quitarse de una vez por todas el hábito de "resucitamuertos" y demostrar, por primera vez, que este equipo tiene mimbres para algo más que estar luchando con los manchegos por la más absoluta irrelevancia clasificatoria. Porque, pónganse como quieran, el Oviedo hasta ahora no ha demostrado nada. O casi nada. Buenos minutos contra el Cartagena, contra el Mirandés y contra el Espanyol, pero negados con el gol y volviendo a cometer errores en defensa dignos de la etapa de infantil. La película comienza a parecerse mucho a la del año pasado. Aunque, por el momento, en el guión hay algunas variaciones. De momento, no hay nadie que nos haya dicho que nos vamos a divertir, porque es evidente que no lo vamos a hacer. Más bien, por el momento, tiene toda la pinta de que vamos a volver a sufrir, y mucho si no le ponen remedio los del prau.
Preocupa la falta de gol que tiene el equipo, pero es que ahora a esa sequía se unen los problemas defensivos. Tan sorprendente como inesperados. Precisamente, el de la defensa había sido el principal argumento durante el final de la pasada temporada. Ahora el muro se agrieta y vuelven los fantasmas de antaño. Vuelve el sambenito y vuelve el "resucitamuertos". Lo bueno de este mal arranque de temporada es la aportación de los que vienen de atrás, del Vetusta. Da gusto ver esas alineaciones cargadas de canteranos, da gusto cómo muchos de ellos se atreven en el prau a hacer cosas a las que no se lanzan ni los veteranos. Pero es una pena que los resultados no les acompañen para que vayan cogiendo la confianza que necesitan, y es una lástima que a algunos ya se les comience a despellejar cuando los que saben cometen errores mucho más groseros que se les pasan por alto.
Ahora queda por ver si a Ziganda sigue sin temblarle el pulso con los guajes y sigue dándoles confianza, falta por ver si nos quitamos de una vez por todas el sambenito de levanta zombies y si esto comienza a arrancar de una vez por todas. Sabemos que no nos vamos a divertir, pero no nos hagan sufrir más de lo necesario, que bastante fastidiadas están ya las cosas.