Como estaba previsto, la variante ómicron ha pasado por el encima del planeta “fúrgol” y no ha tenido en cuenta todas las burbujas, recomendaciones y torrentes de PCR y antígenos con las que Tebas y sus camaradas tratan de proteger a los artistas para que el espectáculo no se resienta. Pero esto es lo que hay, amigos. En el regreso del fútbol tras el parón navideño habrá muchos partidos de la jornada en la que ni los entrenadores estarán en su sitio.
Esto es más o menos lo que les ocurrirá a Oviedo y Sporting en los próximos días. En el caso azul hay que intuir el nombre de los que han caído ya que en las oficinas y en el vestuario azul se ha optado por mantener el secreto de sumario sobre los contagiados. En Gijón, después del “covidgate” de hace un año, ya no hace falta tener que contar los que saltan a entrenar y los que no.
Quién sabe, igual de jornadas así algún futbolista sale consagrado dado que LaLiga solo permite la suspensión de dos partidos por cabeza siempre y cuando el número de contagios alcance niveles de plaga bíblica
Sea como sea, las bajas que se conocen o que se adivinan son de las que, sobre el papel, hacen pupita. Llega la hora del plan B y, en muchos casos, del C o del D. Incluso los habrá que tengan que jugar fuera de sitio para completar un once de garantías. Quién sabe, igual de jornadas así algún futbolista sale consagrado dado que LaLiga solo permite la suspensión de dos partidos por cabeza siempre y cuando el número de contagios alcance niveles de plaga bíblica. Ya saben, el espectáculo debe continuar.
