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Alberto Menéndez

Despejadas todas las dudas

El Unicaja Banca Oviedo sufrió para ganar anoche al Melilla en Pumarín, pero lo hizo y despejó cualquier duda que pudiera haber sobre su clasificación para el play-off de ascenso a la ACB. Los carbayones se han acostumbrado a estar casi siempre entre los primeros de la clasificación de la LEB Oro. Y lo hacen una y otra vez a pesar de no tener un presupuesto alto, algo que debe ser destacado convenientemente. Es evidente que en el club ovetense hay personas que conocen muy bien lo que es el baloncesto y que saben escoger cuáles son los deportistas que pueden ser más adecuados para seguir compitiendo con garantías de éxito en una competición tan dura como la segunda división nacional.

En esta temporada el Oviedo acertó en las incorporaciones al equipo cuando cundía el pesimismo tras la marcha a la Liga alemana de su mejor jugador hasta el momento (con diferencia), el base noruego Frey. Los que llegaron a mitad de temporada demostraron ayer una vez más, ante el Melilla, su calidad y compromiso con el club de la capital del Principado. Atencia y Jorgensen salvaron a los suyos con sus canastas (17 y 16 puntos respectivamente) y su saber estar en los momentos más complicados del partido, como lo han venido haciendo habitualmente desde su llegada a la ciudad. Además, ante el Melilla hay que sumar a los jugadores más destacados (como ya había sucedido en el encuentro anterior ante el Lleida) a Kabasele, tanto en defensa (8 rebotes y un tapón fundamental al final del partido) como en ataque (15 puntos). En todo caso, como ya había ocurrido en la jornada anterior, el triunfo fue un triunfo coral, con participación en esta ocasión incluso de Nunes Xavier (desaparecido durante casi toda la temporada), que cumplió con la difícil tarea de cubrir la baja del lesionado Meana, y que se esmeró sobre todo el defensa, con la recuperación de tres balones.

El Oviedo hizo el primer tiempo que debía para comenzar a encarrilar el partido, aunque de nuevo salió algo apático al parqué de Pumarín, pero mucho menos que la semana anterior, cuando dejó moverse a su antojo a los jugadores del Lleida. No, ayer el Unicaja Banco Oviedo se recuperó pronto de la pájara inicial y poco a poco fue mandando en el marcador, hasta por nueve puntos de diferencia, que al descanso quedaron en siete. Luego, la ventaja llegó a los 14 puntos, pero el Melilla, gracias sobre todo a su estrella, Rakocevic, con 27 puntos, fue acercándose en el marcador hasta ponerse incluso por delante en los minutos finales. Fue entonces cuando el Oviedo tiró de carácter más que de juego y logró sacar adelante el partido. Ahora habrá que ver si los carbayones son capaces de disfrutar y dar una satisfacción a su afición ante el histórico Estudiantes.

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