Fútbol es fútbol

La sopa del señor Ping

Antonio Rico

Antonio Rico

1. El ingrediente secreto. En la película "Kung Fu Panda", el señor Ping, un ganso chino, revela a su hijo adoptivo Po, un oso panda, el ingrediente secreto de su famosa sopa. El ingrediente secreto es… ¡ninguno! El oso panda no entiende nada. ¿La sopa de fideos de su padre es una sopa normal, sin una salsa especial? No es necesario, dice el señor Ping. Para hacer que algo sea especial basta con creer que es especial. ¿Qué lección futbolística nos ofrece "Kung Fu Panda"? Que el ingrediente secreto de la sopa del Girona o de la Real Sociedad no es una salsa especial, y que no hay una romántica fórmula secreta como la de la Coca-Cola que solo conoce un puñado de personas para construir un buen equipo de fútbol. Me temo que el ingrediente secreto del grupo "Abba" o de las letras de Joaquín Sabina es… ninguno. Muchos aficionados del Barça piden a gritos en las redes sociales que Laporta fiche a Imanol o a Míchel para que saquen al Barça del esperpento en el que malvive, como si Imanol fuera el ingrediente secreto de la sopa del señor Ping y Míchel la fórmula secreta de la Coca-Cola. Pero las sopas de Imanol y Míchel no tienen ingredientes secretos. Eso sí, los entrenadores de la Real Sociedad y el Girona han conseguido que Take Kubo y Sávio crean que son especiales. Y funciona.

2. Dios no odia al Manchester City. La sopa del señor Ping no tiene un ingrediente secreto, pero Rodrygo, el delantero del Real Madrid, cree que su juego sí lo tiene. Ese ingrediente secreto es Dios. Rodrygo está convencido de que Dios preparó su gran momento en aquella victoria imposible contra el Manchester City en Liga de Campeones. Dios está con Rodrygo. Pero si Dios está con Rodrygo y preparó a Rodrygo para que el Real Madrid eliminara al Manchester City, entonces Dios está contra el Manchester City y, además, no es constante porque permitió que el City ganara la Liga de Campeones la temporada pasada. Dios no puede ser el ingrediente secreto de un futbolista o de un equipo porque la historia, el presente y seguro que el futuro dan la razón a James McGord en la película "La isla" cuando dice al curioso Six Echo, después de que le pregunte qué es Dios, que si alguna vez ha cerrado los ojos y deseado algo con todas sus fuerzas, Dios es el que le ignora. Si existe, Dios ignora los rituales de los futbolistas, las plegarias, los gestos hacia el cielo y la creencia en que llevar tatuado en el brazo derecho un versículo de la Biblia (Isaías, 41:10) puede ayudar a derrotar a un equipo que hasta Modric y Kroos consideraban invencible. El señor Ping, no obstante, diría que la creencia de Rodrygo en un Dios que le hace especial es lo que le hace especial.

3. La palanca de la luna de miel. Si el Barça no puede confiar en el ingrediente secreto de Imanol o Míchel ni en que Dios sea culé, al equipo de Laporta no le queda más remedio que confiar en que ocurra como en "¡Qué bello es vivir!" cuando la recién casada Mary ofrece a los clientes de la compañía de empréstitos de su marido George el dinero de su luna de miel para impedir que un pánico bancario la lleve a la ruina. Es decir, el Barça necesita otra de las famosas "palancas" (el dinero de la luna de miel de Mary y George era eso) para poder fichar a un Klopp y a dos o tres futbolistas que permitan que Cubarsí, Fort, Fermín y Yamine Lamal no terminen en las redes del señor Potter disfrazado de intermediario o de un equipo que pague al Barça cincuenta centavos por dólar. Es el fútbol moderno, amigos. Y al fútbol moderno, como a Mafalda, no le gusta la sopa.

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