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Cajastur ofrece a los ganaderos una gestión compartida de Capsa para garantizar su asturianía

La entidad financiera se presta a comprar todas las acciones de la nueva sociedad limitada en que se transformará Clas durante tiempo indefinido, a un valor tasado y actualizable

Oviedo, J. L. SALINAS / E. L.

Cajastur quiere garantizar la «asturianidad» de Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), la principal empresa agroalimentaria de la región. La entidad financiera pretende evitar que, a consecuencia del proceso de transformación societario en el que está embarcado el principal accionista de Capsa -la sociedad agraria de transformación Central Lechera Asturiana (Clas)- la corporación acabe en manos de accionistas que no puedan garantizar ni el mantenimiento de la sede, ni la preferencia por el empleo, ni las inversiones en la región. Para ello, Cajastur se ha ofrecido a comprar todas las acciones que deseen vender los actuales cooperativistas de Clas «a un valor razonable» y «equitativo» para todos los socios en una oferta de vigencia indefinida y con actualizaciones anuales del precio de las acciones. A cambio, Cajastur reclama a los socios de Clas un pacto que reconozca unos «derechos adicionales» a la entidad financiera con el objetivo de cogestionar Capsa para darle estabilidad, impulsar su crecimiento y preservar los vínculos de la compañía con Asturias. La propuesta de Cajastur suscitó ayer una valoración positiva tanto en la propia dirección de Clas como en los principales partidos políticos de la región: PSOE, PP e IU.

La dirección de Clas anunció el pasado mes de abril un proyecto para acometer un histórico cambio en esta sociedad agraria de transformación (SAT). El plan, impulsado por el presidente de Clas, Bertino Velasco, y amparado por Pedro Astals, primer ejecutivo de Capsa, prevé desdoblar la actual cooperativa en dos entidades. Por una parte se mantendría una cooperativa donde sólo estarían presentes los 1.280 socios «activos», es decir, los suministradores de leche. Esta entidad se limitaría al abastecimiento de la materia prima. En segundo lugar se crearía una sociedad limitada donde estaría integrada la totalidad de los 7.470 socios, los activos y los llamados pasivos, aquellos que tienen participaciones en la cooperativa pero no suministran.

Sin embargo, uno de los puntos flacos del plan, que habrá de someterse a votación el próximo 6 de junio, son los efectos que el cambio societario podría tener sobre el control de Capsa. En la actualidad, Clas posee el 56,39 por ciento de la Corporación Alimentaria, seguida de Bograin (27%), Cajastur (10%) y Caja Rural (5%). Con este reparto accionarial los socios de Clas mantienen blindado el control de Capsa. Pero el panorama puede cambiar cuando la actual cooperativa se transforme en sociedad limitada. Entonces las participaciones de los cooperativistas serían libremente negociables, con lo que bastaría con adquirir un 51% de Clas para controlar la marca Central Lechera Asturiana, el principal activo del grupo, y hacerse con el paquete que controla Capsa. Una inversión relativamente pequeña bastaría para tener el control del grupo. Además, el 49% restante de socios de Clas que no hubieran vendido ya sus acciones se quedaría sin posibilidad de hacerlo. De nada servirían sus títulos en ese nuevo equilibrio de poderes.

Y eso es, precisamente, lo que la propuesta de Cajastur quiere evitar. La oferta de adquisición de acciones a los cooperativistas de Central Lechera Asturiana tendría una vigencia indefinida y permitiría a los socios vender en cualquier momento del año según una valoración independiente y actualizada anualmente. A cambio, Cajastur quiere cogestionar Capsa sobre la base de un «consenso» con los socios de la nueva sociedad limitada en que se transformará Clas. Con ello, la entidad financiera aspira a retener en Asturias no sólo las inversiones, el empleo y la sede de la compañía, sino a blindar los activos fundamentales que tendrá la nueva sociedad limitada: la marca Central Lechera Asturiana y las propias acciones de esta sociedad.

Oviedo, J. L. S.

Los principales partidos políticos de la región aplaudieron ayer la propuesta de de Cajastur.

Desde la Federación Socialista Asturiana (FSA) se valoró la iniciativa de la entidad financiera de manera positiva, «como no podía ser de otra manera pues ya nos manifestamos a favor de un tratamiento transparente en la valoración de las acciones de los socios y por la mayor implicación de las entidades financieras asturianas en el futuro de la empresa».

El presidente del Partido Popular asturiano, Ovidio Sánchez, aseguró ayer que la propuesta de Cajastur «da mucha tranquilidad», aunque advirtió que en el proceso debe tenerse en cuenta la opinión de los ganaderos. El popular señaló los planes de la Caja garantizar tanto la asturianidad de la compañía como su continuidad ante la actual situación del sector lácteo español, con unos grupos muy potentes. «Con este escenario da la sensación de que Clas tiene aún un largo recorrido», afirmó Ovidio Sánchez.

En la misma línea se expresó el diputado regional de IU, Aurelio Martín. «Compartimos la medida ya que es buena para garantizar el futuro de la empresa y su ligazón a Asturias». Para Martín la iniciativa es una de las mejores vías para solucionar la situación de Clas.

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