Oviedo / Madrid / Fráncfort

J. C. / Agencias

La euforia compradora volvió ayer a las bolsas europeas, tras una semana de aciagos desplomes y huida masiva de ahorradores. Los mercados bursátiles continentales, liderados por el español -con una revalorización espectacular del 14,43%, la mayor del Ibex 35 en sus 18 años de historia-, respondieron con un entusiasmo desbordado a la triple operación multimillonario de la Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) que fue aprobada de madrugada para hacer frente a las fortísimas apuestas bajistas de los especuladores durante la última semana contra la moneda europea y contra varias economías nacionales del área monetaria.

Todos los índices bursátiles europeos de referencia cerraron al alza, con la excepción de Holanda y Bélgica; la prima de riesgo de la deuda pública de España y otros países acortó distancias con el bono alemán y el euro se revalorizó, en lo que se ha interpretado como un respaldo de los inversores al ingente plan de rescate puesto en marcha para espantar a los especuladores y para devolver el sosiego a los mercados, en la seguridad de que Europa no dejará caer a su moneda ni a ninguno de sus países.

Los desencadenantes de un entusiasmo que colapsó los mercados desde su apertura, con órdenes de compra de acciones para las que en algunos momentos no llegó a haber suficiente oferta vendedora, fueron variados. En primer lugar estaba la creación la pasada madrugada de un mecanismo permanente de rescate de países del área monetaria del euro que entren en dificultades, y que estará dotado con 750.000 millones. A ello se sumaba la puesta en marcha gradual de un crédito de 110.000 millones a Grecia durante tres años para impedir su suspensión de pagos. Además ayer se inició la compra por el BCE y varios bancos centrales de la zona del euro de deuda estatal de España, Portugal, Grecia, Italia e Irlanda (los llamados países PIGS, que históricamente menor confianza inspiran a los mercados) y, para redondear un día de locura bursátil, se conoció el compromiso de España y Portugal de intensificar su ajuste fiscal con recortes adicionales de gasto público.

El Ibex 35, con una apreciación estelar del 14,43%, protagonizó la mayor subida del continente y cerró en el nivel de 10.351,9 puntos, tras una vertiginosa remontada desde los 9.046,1 puntos en que se había sumido al cierre del viernes a consecuencia de un desplome, en caída libre, durante cinco días por temor al contagio de la crisis soberana griega. El Ibex, que ayer ganó 1.305,80 puntos, redujo con ello sus pérdidas anuales al 13,30%.

La fortísima revalorización española fue secundada por el resto de las grandes plazas europeas. Milán ganó el 11,28%; Lisboa, el 10,37; París, el 9,66% y Atenas, el 9,13%. El índice europeo de los 50 principales valores (Euro Stoxx) avanzó el 8,9%; Fránckfort mejoró el 5,3 y Londres, el 4,6%.

Nueva York (+3,9) y las principales plazas de Hispanoamérica se sumaron a la corriente alcista que habían inaugurado en la madrugada de ayer en Europa las bolsas asiáticas (Tokio subió el 1,6%) nada más que tuvieron conocimiento del cierre de filas multilateral en apoyo del euro y de la deuda pública europea.

En la Bolsa española la espiral alcista la encabezaron los bancos, con revalorizaciones desbordantes superiores al 20% en tres de ellos: Banco Santander lideró los repuntes (+23,22%), seguido de BBVA (+22,03), Popular (+20,68), Bankinter (+14,34), Banesto (+10,21) y Banco Sabadell (+9,17).

Entre las mayores subidas también se situaron Mapfre (+17,11), OHL (+14,77), Iberdrola (+14,31), Telefónica (+11,98) y Repsol YPF (+11,94). Ningún valor del selectivo Ibex 35 cerró en negativo y las menores subidas se situaron por debajo del 5%. Fuera del Ibex, y en el mercado continuo, los dos valores asturianos también se apreciaron: Duro Felguera recuperó el 6,12% y GAM, el 2,6%.

En el mercado de deuda, la rentabilidad de los bonos españoles a 10 años se anotó una bajada récord de cinco décimas al situarse en el 3,918%, a menos de 100 puntos básicos de la deuda alemana, considerada la más segura de Europa. Además, el nivel alcanzado por la rentabilidad de la deuda es el del pasado 21 de abril, antes de que se iniciara el último ataque contra el euro y la deuda soberana de Grecia, Portugal y España.

La sobrerreacción de los mercados bursátiles y de deuda también se trasladó a los seguros de riesgo de impago (CDS, según sus siglas en inglés), que bajaron el 30% en el caso español, el 36,9% en el de Portugal y el 42,3% en el de Grecia.

El euro se revalorizó en el mercado de divisas de Fráncfort y a primera hora de la tarde se cambiaba a 1,2857 dólares, frente a los 1,2720 dólares del viernes.

El selectivo español vivió un día histórico, no sólo por la fuerte subida que se anotó, sino por la rapidez con la que repuntó y la fortaleza con la que mantuvo la subida. Al comienzo de la sesión, el Ibex registró una avalancha de órdenes de compra que impidió que muchos valores pudieran marcar precios, y obligó a la Sociedad de Bolsas a modificar el rango estático y dinámico de algunos valores con el fin de mejorar la liquidez y favorecer la cotización. A las 9.52 horas el Ibex lograba tener operativos casi todos los valores y la banca se disparaba, lo que llevó al Ibex por encima de los 10.000 puntos, nivel que mantuvo durante toda la sesión.

Analistas consultados por «Europa Press» explicaron que la reacción de los mercados «no es habitual», pero que supone la aprobación del mercado al «plan de choque» aprobado por la UE. En su opinión, en la fuerte subida influyeron los inversores que se han decidido a desprenderse de las posiciones cortas, aunque advierten que aún es pronto para determinar en qué porcentaje. Para algunos expertos, la reacción fue «exagerada» y se debe a que los inversores estaban «excesivamente» pendientes del plan, por lo que, una vez que se normalice la situación, podrían volver a registrar un comportamiento «más acorde» con los fundamentales, que son aún «bastante débiles» en el área euro.