Paul Krugman, economista estadounidense y premio Nobel de Economía en 2008, expresó ayer su desencanto con la respuesta ofrecida por Atenas al desenlace de las negociaciones con sus acreedores oficiales y admitió que pudo haber sobrestimado la capacidad de los miembros del Gobierno de Grecia.

En una entrevista a la CNN, el economista aseguró sentirse "en estado de shock" al descubrir que el Gobierno de Alexis Tsipras no había diseñado alternativa alguna que respaldase sus demandas. "Quizá pude haber sobrestimado la competencia del Gobierno griego", admite Krugman una semana después de que el Gobierno griego llegase a un acuerdo con sus socios del euro para entablar negociaciones sobre un tercer rescate a cambio de introducir una serie de reformas.

"Ni siquiera se me ocurrió que estarían dispuestos a resistir sin haber hecho ningún tipo de planificación de contingencia", indicó Krugman, quien considera "increíble" que Atenas pensara "simplemente exigir mejores condiciones sin tener ningún plan B".

El Nobel de 2008 sostiene que el riesgo de salida de Grecia del euro sigue presente si el país heleno no consigue una reducción de deuda como la que hasta ahora se les ha negado. En este sentido, Krugman advierte de que en caso de producirse el "Grexit" esta circunstancia tendría "enormes implicaciones" para el futuro del proyecto europeo, como el surgimiento de movimientos políticos que desafían el orden establecido por la moneda común europea.