"Los que antes iban a nuestros talleres del Gamelab ahora se han decidido, han dado el salto, han puesto nombre a sus proyectos y ya son creadores de ocio digital". Quien habla es el ingeniero informático Iván Fernández Lobo (Oviedo, 1975), "Asturiano del mes" de julio, galardón concedido por LA NUEVA ESPAÑA por haber contribuido de forma decisiva a la puesta en marcha del sector del videojuego en Asturias. Un pujante mercado que en 2014 facturó siete millones de euros y que da empleo ya a más de cincuenta personas, la mayoría de ellas formadas en la Universidad de Oviedo. Una cifra que esperan triplicar a corto plazo. Fernández Lobo es también el creador del llamado Gamelab, una feria que comenzó celebrándose en Mieres para luego trasladarse a Gijón, y que ahora reúne cada año en Barcelona a los principales especialistas del sector. El evento ha dado ahora un paso más y ha comenzado su internacionalización. Una de sus primeras salidas ha sido a Shanghai (China), donde en julio celebró una exitosa feria.

El ovetense habla con orgullo de un sector regional, el del videojuego, que él ayudó a nacer, y alaba el tremendo potencial que tienen algunos de estos pequeños estudios regionales, de los que resalta su ingenio. Son generalmente jóvenes que producen ocio interactivo para consolas, telefonía móvil y ordenadores, y que han puesto en marcha sus negocios en plena crisis económica. A contracorriente. El sector ha crecido tanto que hace unas semanas se fundó la primera patronal de estas compañías, Uneva (Unión de Empresas Desarrolladoras de Videojuegos). Quienes han trabajado codo a codo con Fernández Lobo aseguran que estos emprendedores le tienen como todo un referente. Y como un espejo en el que mirarse. El informático sólo tiene elogios para estas empresas. "Son tenaces, no pierden la ilusión, y son rentables", afirma de algunas de ellas.

Fernández Lobo es el alma máter y creador de la feria sobre ocio digital llamada Gamelab. Un evento que vio la luz cuando era profesor en el campus de Barredo, en Mieres. "Al principio era algo interno, unas charlas para alumnos", rememora. Aquellos primeros días comenzaron a pasar por allí primeras figuras del mundo de los videojuegos, como Gonzo Suárez, asturiano, creador de "Comandos", uno de los juegos españoles más aclamados. Pero el asunto fue tomando dimensión, y el enorme edificio del barrio mierense, pese a tener muchas aulas libres, se les quedó pequeño. Migraron primero a Oviedo, un año, y luego a Gijón, donde consiguieron multiplicar su notoriedad. Pero Asturias volvió a no ser suficiente, y el congreso pasó a ser nacional, primero en Madrid y ahora ya asentado en Barcelona. Tanta es la popularidad que ha cogido el Gamelab que Fernández Lobo lo está llevando de gira por medio mundo. Los primeros destinos han sido Japón y Shanghai. "Queríamos volar más alto", asegura, justificando su decisión de dejar Asturias.

No sólo ha ganado en notoriedad sino que el Gamelab ha ido modificando su fisonomía y su filosofía. De una mera charla para estudiantes sobre videojuegos, el evento ha pasado ahora a englobar todo lo relacionado con el ocio digital. "Las jornadas son una experiencia ligada al mundo interactivo, y está pensado y orientado para una audiencia de creadores universal", destaca.