Duro Felguera cerró el primer semestre del año con unas ventas de casi 392 millones de euros, un 5,5% superiores al mismo período de 2014; con más contratos y con una cartera de trabajo que asciende a 2.283 millones, la más alta en la historia del más que centenario grupo asturiano de ingeniería y servicios. Sin embargo, la información que ayer comunicó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) muestra un importante deterioro del beneficio neto, con una caída interanual de casi el 76%.

Las ganancias del semestre se quedaron en 4,8 millones, debido al impacto negativo del proyecto de Vuelta de Obligado, en Argentina, una central eléctrica de gas que Duro construye en sociedad con General Eléctric y la empresa local Fainser. Los adjudicatarios mantienen un pulso con la Administración de Cristina Fernández de Kirchner para exigir unos sobrecostes de 128 millones de euros por cambios en la obra que atribuye al cliente, la sociedad pública Central Vuelta de Obligado. Aunque las negociaciones siguen vivas, la minoración del resultado previsto en el proyecto argentino ha tenido un impacto negativo de 15 millones de euros en el beneficio.

Pese a ese revés, Duro ha destacado que su horizonte de trabajo y su posición financiera son óptimos. También, que su negocio tienen una diversificación equilibrada, "con un menor peso de Latinoamérica, que se compensa con una mayor aportación de Asia Pacífico, África y Oriente Medio". El consejo de Duro ha aprobado distribuir un primer dividendo a cuenta de los resultados de 2015 de 0,02 euros por acción que se pagará el 27 de septiembre.