Asturias, con una elevada posición en nivel de estudios y cualificación de su población laboral, no ha logrado trasvasar esta fortaleza y ventaja competitiva a su estructura productiva. El Principado es la cuarta región (tras País Vasco, Madrid y Navarra) con mayor porcentaje de titulaciones superiores entre su población ocupada, la quinta entre su población en edad de trabajar (tras las citadas y La Rioja) y la sexta (las regiones mencionadas más Cataluña) entre sus empresarios, pero es la decimosegunda autonomía por el perfil innovador de su economía, según el informe "La competitividad de las regiones españolas en la economía del conocimiento", que acaban de elaborar el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y la Fundación BBVA.
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Esa incapacidad para el aprovechamiento productivo de la cualificación y formación del capital humano se evidencia en que mientras Asturias supera al promedio español en 2,7 y 0,9 puntos en los porcentajes de población en edad de trabajar y de empresarios con estudios superiores, respectivamente, se sitúa dos y una décimas por debajo de la media española en el peso que tienen las ocupaciones de alta cualificación y el valor añadido bruto basado en el conocimiento sobre el total de la economía.
Lo más inquietante del estudio no es tanto la posición relativa como la evolución. Porque mientras entre 2000 y 2015 casi se dobló el porcentaje de asturianos con estudios superiores (pasó del 16 al 30% de la población en edad de trabajar) y se encaramó al quinto puesto (por detrás de Madrid, País Vasco, Navarra y La Rioja), la posición relativa de la comunidad en innovación ha retrocedido entre 2008 y 2014.
A comienzos de la crisis (2008) Asturias era la décima región, de acuerdo con un indicador sintético de innovación que agrupa 27 variables, y que en un rango entre 0 y 1 atribuía al Principado un valor de 0,3. Seis años después, Asturias mantenía la misma puntuación pero había cedido dos puestos en el "ranking" autonómico, hasta el lugar decimosegundo, tras haber sido rebasada por La Rioja y Andalucía.
De las variables y factores analizados, opera claramente en contra de Asturias el descenso de su esfuerzo inversor en innovación.
Según el IVIE y BBVA, Asturias es la quinta región que menos invierte en Innovación y Desarrollo (I+D) en relación a la producción regional (PIB), sólo por delante de Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha y Extremadura. Y lo peor es que esta inversión ha descendido durante la crisis, como también constató recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según ambos estudios, entre 2004 y 2008 (en pleno crecimiento de la economía) Asturias pasó de invertir en I+D algo más del 1% del PIB a destinar el 2%, pero entre 2008 y 2014 cayó por debajo del 1%, situándose en niveles inferiores a los de hace un decenio. En España también se produjo un retroceso pero fue algo menos intenso.
El otro rasgo asturiano es el escaso peso de la inversión empresarial en I+D: supone el 60,1% del total (el resto lo ponen las administraciones públicas y la Universidad) cuando en las regiones punteras oscila entre el 75,5% de Navarra, el 76,4 de Madrid y el relevante 80,1% del País Vasco. Hay siete regiones (Cantabria, los dos archipiélagos y cuatro comunidades de la mitad sur) en las que el sector privado tiene una aportación inferior al total del esfuerzo inversor regional en innovación y desarrollo. Según el INE, el retroceso inversor asturiano durante la crisis es atribuible al sector privado.
El estudio de IVIE y BBVA asigna a Asturias la octava posición en 2015 por el peso de los sectores intensivos en tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en su estructura productiva: se sitúa en el 23,8% del valor añadido bruto regional, 3,7 puntos inferior al promedio nacional y 18,9 puntos por debajo de Madrid. Y en cuanto al "stock" de capital neto TIC por ocupado (dato de 2012), Asturias es la decimocuarta región. En innovación y TIC Asturias sólo supera a la media en el porcentaje de empresas con acceso a internet y web. De los veintisiete indicadores analizados (algunas relativas a factores del entorno), Asturias supera al promedio nacional en once y está por debajo en dieciséis.